La DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que ha azotado España desde el pasado martes ha generado una devastación sin precedentes. Con 158 personas confirmadas muertas y cientos de desaparecidos, las comunidades de Valencia, Castellón y Catalunya se encuentran en estado de emergencia tras las inundaciones catastróficas que han arrasado sus territorios.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha señalado que se está movilizando toda la ayuda necesaria, agradeciendo a los voluntarios y servidores públicos que están trabajando incansablemente en la tragedia. "La solidaridad de los españoles es un ejemplo a seguir", declaró en su mensaje en redes sociales.

Esta mañana, el Rey de España se reunirá con el Presidente del Gobierno para evaluar las acciones a seguir en respuesta a esta calamidad. Mientras tanto, las autoridades están gestionando la situación en las zonas más afectadas, incluida Castellón, donde los plazos judiciales han sido suspendidos como medida de emergencia.

Las aseguradoras han activado sus protocolos de crisis para atender a los damnificados, aunque aún es demasiado pronto para estimar el impacto económico total de las inundaciones. Las infraestructuras en diversas regiones, incluyendo carreteras y líneas ferroviarias, han sufrido daños significativos. Por ejemplo, la A3 y la conexión de alta velocidad entre Madrid y Valencia han sido interrumpidas.

La localidad de Chiva, uno de los epicentros de la tormenta, se enfrenta a la falta de servicios básicos como agua y luz, lo que ha llevado a muchos vecinos a huir de la zona debido a la desesperante situación. En Sot de Chera, se ha reportado la trágica muerte de un niño de 4 años, mientras su padre sigue desaparecido tras un derrumbe provocado por la DANA.

Las labores de búsqueda de desaparecidos continúan sin descanso en Letur (Albacete), donde un equipo de más de 200 efectivos trabaja para encontrar a cinco personas que aún se encuentran en paradero desconocido.

Con 126 carreteras afectadas en la Comunidad Valenciana, de las cuales 39 están cerradas, la magnitud de esta tragedia es abrumadora y los esfuerzos de rescate se han intensificado. Los gobiernos regionales y nacionales están en alerta máxima y han prometido que la ayuda llegará a todos los afectados lo más pronto posible. La preocupación y la solidaridad de la ciudadanía se hacen palpables en cada rincón del país, mientras España afronta una de sus crisis meteorológicas más severas en años.