La campaña de vacunación contra la gripe y la COVID-19 se está desarrollando con éxito en Aragón, habiéndose administrado ya 75,000 dosis en el primer mes desde su inicio. La Dirección General de Salud Pública hace un urgente llamado a los grupos de riesgo para que se protejan contra las infecciones respiratorias antes de que la incidencia comience a aumentar.

Begoña Adiego, jefa del servicio de Vigilancia en Salud Pública e Inmunizaciones, ha mencionado que, aunque el ritmo de vacunación es "despacio", el proceso comenzó el 1 de octubre priorizando a los residentes en hogares de ancianos, personal sociosanitario y mujeres embarazadas. Adiego advirtió que "la gente no se anima a vacunarse porque todavía no existe la sensación de riesgo asociada al invierno". Sin embargo, enfatizó que lo crucial es vacunarse antes de que aparezca la onda epidémica para permitir que el cuerpo desarrolle las defensas necesarias.

La campaña se ha desplegado en fases. El 14 de octubre se incluyó a los mayores de 85 años y sus cuidadores, así como al personal de atención especializada. Una semana más tarde, se amplió a niños de entre 6 y 59 meses, iniciando también un plan piloto para vacunar a escolares de 1º y 2º de infantil en 29 colegios. Este piloto ofreció la vacuna a 1,560 alumnos, con una tasa de autorización del 50% por parte de las familias. Según Adiego, "los niños estaban contentos y ha sido una experiencia positiva". La DGA analizará los resultados para potencialmente extender la vacunación escolar en futuras campañas.

Desde el 28 de octubre, también se ha comenzado a vacunar a personas de 65 a 84 años, y a partir del 7 de noviembre, se abrirá la autocita para aragoneses de 60 a 64 años y grupos de riesgo mayores de 14. Hasta ahora, han administrado entre 70,000 y 75,000 dosis de la vacuna de la gripe y aproximadamente 60,000 dosis de COVID-19. Aunque la inmunización contra la COVID-19 avanza más lentamente, hay que recordar que "es un virus que sigue circulando". Además, quienes hayan tenido una infección por COVID-19 en los últimos tres meses no pueden recibir la vacuna.

Salud Pública insiste en mantener medidas de prevención, como el lavado de manos y el uso de mascarillas, especialmente ante síntomas de infecciones respiratorias. Además, subraya que no es necesario acudir a los centros sanitarios a menos que los síntomas empeoren.

Por otro lado, el Sindicato de Enfermería Satse ha solicitado refuerzos para la campaña de vacunación, pero, hasta el momento, la Administración no ha considerado necesario aumentar el personal. Mari Cruz Oliván, secretaria autonómica del sindicato, aseguró que están observando la evolución del proceso y no descartan insistir en la solicitud de más enfermeras a medida que se incluyan más grupos en la campaña.

La temporada invernal es un momento crítico para las infecciones respiratorias. Por ello, es vital que la población, especialmente los más vulnerables, se vacune a tiempo y mantenga prácticas preventivas para protegerse y proteger a otros.