El Major de París de Premier Padel ha comenzado cargado de controversia, y esta vez, los protagonistas son Lisandro Borges, un reconocido promotor de torneos, y Juan Lebrón, uno de los jugadores más destacados del circuito. Durante un entrenamiento, ambos casi se enfrentan físicamente, desencadenando un tumulto que requirió la intervención de varios asistentes presentes para calmar los ánimos y evitar que los empujones y gritos escalaran a algo más serio.

Lisandro Borges, conocido por criticar abiertamente a jugadores del circuito profesional a través de redes sociales, ha puesto su punto de mira en muchos, especialmente en Fernando Belasteguín, Ale Galán y el propio Lebrón. No solo organiza competiciones en Sudamérica, sino que su empresa también representa a varios jugadores como Tino Libaak, Leo Augsburguer y Álex Chozas, a quien trajo consigo al centro de entrenamiento donde ocurrió el incidente.

El enfrentamiento ocurre en un ambiente ya tenso, con la presencia de Juan Lebrón, Di Nenno y su equipo. Facundo Guzzetti, asociado al grupo de Borges, también se vio envuelto en el altercado, lo que añade más leña al fuego. Desde el entorno de Lebrón han decidido no hacer comentarios, a pesar de reconocer las constantes faltas de respeto que Lisandro ha mostrado hacia muchos jugadores.

Una fuente cercana a Lebrón ha destacado que prefieren evitar darle más visibilidad a Borges, considerando que esto sería perjudicial para el crecimiento del pádel. A pesar de la controversia, el jugador se mantiene enfocado en la competencia, que se lleva a cabo en la capital francesa.

Ante la situación, Lisandro Borges se ha deslindado de cualquier responsabilidad por el altercado. Según se ha revelado, Premier Padel tiene planes de retirar la acreditación de Borges para prevenir la repetición de incidentes a lo largo de la semana.

Este no es el primer roce entre Borges y jugadores españoles. En el pasado, acusó a Ale Galán de retirarse de un torneo con una supuesta lesión, creando así un nuevo enfrentamiento. Esta acusación derivó en una declaración pública de Galán, quien defendió su honor y amenazó con acciones legales por difamación, algo que, lejos de calmar a Borges, solo avivó su crítica hacia los jugadores españoles.

El comportamiento de Borges ha suscitado preocupación en la comunidad del pádel, con muchos cuestionando si sus prácticas de polémica y hostilidad contribuyen positivamente al futuro del deporte. ¿Podría este enfrentamiento ser solo el principio de una serie de tensiones en el ecosistema del pádel profesional? Solo el tiempo lo dirá.