En 2007, las imágenes de Letizia, entonces princesa de Asturias, disfrutando de un día de sol en bikini a bordo del yate Fortuna, causaron un verdadero revuelo. Las fotografías, publicadas por la revista ¡HOLA!, no solo mostraron a Letizia en su traje de baño, sino también momentos de complicidad entre ella y la reina Sofía, lo cual aumentó el interés por la historia.

A medida que pasaron los años, los paparazzis intensificaron su búsqueda de imágenes de la familia real en momentos de ocio. En 2011, se hicieron públicas nuevas fotografías que mostraban a Letizia y a Felipe disfrutando en alta mar, lo que llevó nuevamente a cuestionar la seguridad de la familia.

Curiosamente, en 2011, un turista logró captar a la pareja en el archipiélago de las Cícladas, en Grecia, dando lugar a otro escándalo mediático. Las imágenes de Letizia en bikini, lejos de los ojos de la prensa, hicieron saltar las alarmas en Zarzuela. El fotógrafo, en el documental 'Paparazzis', reveló que un alto cargo de la Casa Real se interesó por la manera en que había obtenido esas fotografías, desatando una crisis que puso en entredicho los protocolos de seguridad tanto en el país como en el ámbito internacional.

No solo las imágenes en sí fueron un problema; la posibilidad de que alguien pudiera haber disparado a miembros de la familia real aumentó la preocupación. A raíz de esta situación, la Casa Real tomó medidas para reforzar la seguridad en sus vacaciones y actividades privadas, lo que provocó un trasfondo de tensión entre el deseo de privacidad de los reyes y el asedio de los medios.

La sorpresa de ver a la familia real en trajes de baño y en momentos de relajación es un recordatorio de que incluso las figuras más significativas y protegidas pueden ser alcanzadas por el ojo crítico de la prensa. ¿Qué más secretos se esconden en la vida privada de la realeza española? ¡No te lo pierdas!