¡Tensión en La Romareda! Los aficionados claman por la dimisión del nuevo técnico en su debut en casa
2025-01-21
Autor: Laura
La situación del Real Zaragoza se ha vuelto insostenible. Después de doce años navegando en las aguas de la Segunda División, el club aragonés, que alguna vez saboreó el éxito con nueve trofeos en su palmarés, se encuentra atrapado en un ciclo de decepciones. Cada inicio de temporada trae consigo la esperanza de un ascenso, pero los blanquillos parecen condenados a la desilusión.
La afición ha acuñado el término 'Mañiconio' para describir un tumulto emocional, donde la devoción a los colores del equipo convive con la frustración ante los errores. Son capaces de llenar las gradas cada domingo y de seguir al equipo en desplazamientos masivos, pero también muestran una dureza extrema hacia sus jugadores cuando las cosas no van bien.
El pasado domingo, el nuevo entrenador, Miguel Ángel Ramírez, debutó en casa tras la renuncia de Víctor Fernández. La afición llegó con expectativas altas, especialmente contra el colista, el Tenerife. Sin embargo, Ramírez decidió alinear un sistema defensivo de cinco atrás que provocó las primeras dudas en la grada.
Desde el minuto diez se escucharon pitidos, y el Tenerife sorprendió con un gol antes del descanso. El equipo no mostró signos de cambio, lo que desencadenó el enfado de los aficionados, quienes comenzaron a burlarse con cantos como "queremos otro defensa". La situación se tornó crítica cuando el Tenerife marcó su segundo gol mientras algunos hinchas se dirigían al palco en señal de protesta, coreando "Ramírez, vete ya".
A pesar del desánimo, Ramírez ajustó su estrategia a un 4-4-2, logrando que el equipo reaccionara al marcar dos goles en un solo minuto, gracias a Clemente e Iván Azón, rescatando un valioso empate. Un desenlace que, aunque alivió un poco la rabia de la afición, no disipó el malestar por el rendimiento del equipo en la temporada.
Este escenario evoca recuerdos de tiempos más complicados, como los de Txetxu Rojo. La afición ha sido tradicionalmente crítica con los planteamientos defensivos, y Ramírez no es la excepción. Aún así, mientras que Ramírez intentó mantener el optimismo diciendo, "seguiremos trabajando para competir", su capitán, Lluís López, fue más reflexivo, expresando su desconcierto: "Lo de hoy no ha sido lógico, debemos conectar mejor con la gente."
Los rumores de una crisis inminente sacuden el ambiente zaragocista. ¿Podrá Ramírez revertir esta situación antes de que sea demasiado tarde? Los próximos partidos serán determinantes y la afición, siempre apasionada, estará observando cada movimiento del nuevo técnico. ¡La tensión en La Romareda podría derivar en una explosión inesperada!