El BRN se enfoca en la embolia pulmonar para optimizar su diagnóstico
2025-01-22
Autor: David
La embolia pulmonar: una afección común pero peligrosa
La embolia pulmonar es una patología grave que, sorprendentemente, es más común de lo que se suele imaginar. Se posiciona como la tercera causa de mortalidad cardiovascular, solo por detrás del ictus y el infarto, con una incidencia global de aproximadamente 1 de cada 1.000 personas al año. Sin embargo, sigue siendo desconocida y a menudo ignorada por muchos profesionales de la salud. Por este motivo, el Barcelona Respiratory Network (BRN), una red dedicada a impulsar la investigación colaborativa en salud respiratoria, ha decidido centrar su primera jornada científica BRN Fórum en esta enfermedad, titulada "Diálogo sobre Embolia Pulmonar". El objetivo es ampliar el conocimiento sobre esta afección y combatir el retraso en su diagnóstico, que es la principal causa de su alta mortalidad, tal y como explica el Dr. Diego Rodríguez, coordinador de estas actividades y Jefe de Neumología del Hospital del Mar en Barcelona. Este evento se celebrará el 23 de enero.
Desafíos en el diagnóstico y tratamiento
La embolia pulmonar es notoriamente difícil de identificar, ya que sus síntomas son bastante inespecíficos. Forma parte de un trastorno más amplio conocido como enfermedad tromboembólica venosa, que también incluye la trombosis venosa profunda en las piernas. La condición se produce cuando un coágulo de sangre bloquea el flujo sanguíneo a los pulmones, siendo el 95% de los coágulos originados en venas profundas de las extremidades inferiores. Aunque es raro, algunos coágulos pueden formarse en otras partes del cuerpo, como los pulmones, los riñones o el hígado.
La gravedad de la embolia pulmonar no debe subestimarse, ya que puede tener una mortalidad que oscila entre el 15 y el 20%. Muchas veces, los pacientes acuden a emergencias y son diagnosticados demasiado tarde. Sin embargo, un diagnóstico expedito y el tratamiento adecuado pueden disminuir significativamente el riesgo de fatalidad en los casos más severos. "Nuestro principal objetivo es mejorar el diagnóstico y, como resultado, reducir la mortalidad que se asocia a esta enfermedad", enfatiza el Dr. Rodríguez.
Colaboración multidisciplinaria en el tratamiento
A pesar de la seriedad de esta condición, carece de un código de atención médica como el que se aplica a otras situaciones cardiovasculares críticas. "Mientras seguimos trabajando para establecer un protocolo que involucre colaboración entre los hospitales, muchos de ellos realizan esfuerzos a través de Grupos Multidisciplinarios de Respuesta a la Embolia Pulmonar (PERT)". Estos grupos están conformados por profesionales como neumólogos, cardiólogos, hematólogos, internistas, radiólogos, intensivistas, entre otros, quienes combinan su experiencia para ofrecer el mejor tratamiento a los pacientes de alto riesgo.
Tratamientos y secuelas de la embolia pulmonar
El tratamiento de una embolia pulmonar, cuando es diagnosticada adecuadamente, puede ser relativamente simple, comúnmente a través de anticoagulantes orales. En casos más severos, se puede requerir medicación específica o el uso de un catéter para disolver el coágulo. En raras ocasiones, se necesita cirugía. En promedio, un paciente que sufre su primera embolia puede estar recuperándose en tres meses, pero existen casos más complejos que pueden dejar secuelas y que requieren seguimiento a largo plazo. Además, el Dr. Rodríguez destaca que las secuelas psicológicas, como el aumento de la ansiedad y la reducción de la actividad física, son a menudo pasadas por alto en el tratamiento de estos pacientes.
Prevención y factores de riesgo
La inmovilidad es el principal factor de riesgo para la embolia pulmonar, y los grupos más vulnerables incluyen a personas mayores que están mucho tiempo en cama por razones médicas, así como a quienes se someten a procedimientos quirúrgicos. Para estos pacientes, se recomienda la administración preventiva de anticoagulantes. También es importante tener en cuenta el conocido "síndrome de la clase turística", generalmente relacionado con los viajes largos en avión, aunque el Dr. Rodríguez aclara que el riesgo radica en la inactividad, por lo que aconseja moverse durante trayectos de más de 6 horas, independientemente del medio de transporte.
La relación entre el cáncer y la trombosis
Además, hay una relación significativa entre el cáncer y la trombosis. Estudios indican que entre 1 de cada 10 y 20 personas diagnosticadas con cáncer puede desarrollar una trombosis o embolia pulmonar. Asimismo, se ha observado que una de cada cinco personas que sufre trombosis venosa profunda o embolia pulmonar presenta un cáncer activo. Ciertos tipos de cáncer, como los de cerebro, ovario, páncreas, colon, estómago, pulmón y riñón, aumentan el riesgo de coágulos sanguíneos. Por otro lado, tratamientos como la quimioterapia, intervenciones quirúrgicas e inmovilización pueden también incrementar este riesgo. En algunos casos, se sugiere tratamiento preventivo para evitar complicaciones.