Telefónica ha anunciado una drástica reducción de su beneficio neto del 21,7%, alcanzando solo 989 millones de euros durante los primeros nueve meses de 2024. Este descenso se atribuye principalmente a una provisión significativa realizada para ajustar a la baja el valor de su filial en Perú, lo que resultó en un impacto negativo de 314 millones de euros.

A pesar de este considerable recorte en ganancias, la compañía ha reafirmado sus objetivos financieros y su compromiso de mantener el dividendo. Este anuncio ha generado inquietud entre los inversores, quienes observan atentamente cómo Telefónica planea manejar esta situación en el futuro. La empresa busca recuperar la confianza mediante la implementación de estrategias que optimicen su operativa y reduzcan costes.

Además, en un contexto de creciente competencia en el sector de telecomunicaciones, Telefónica se enfrenta a desafíos como la expansión de sus rivales y cambios en la regulación. La compañía está enfocada en fortalecer su presencia en mercados clave y mejorar su oferta de servicios digitales.

Con estos movimientos, Telefónica no solo intenta mitigar las pérdidas actuales, sino también posicionarse estratégicamente para un crecimiento sostenible a largo plazo.