La Lotería de Navidad es una tradición muy esperada en España, pero ¿qué pasa cuando el amor se pone en riesgo tras compartir un décimo? Este escenario no es nuevo y puede culminar en situaciones complicadas, incluso rupturas. Imagina que una pareja pone su ilusión en el sorteo extraordinario del 22 de diciembre, soñando con liquidar deudas, realizar reformas en su hogar o disfrutar de unas vacaciones. Sin embargo, si la relación está tambaleándose y uno decide quedarse con el premio, podría desatar un conflicto serio.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha emitido una serie de consejos esenciales para evitar disputas. Es habitual que uno de los miembros de la pareja cobre el décimo sin querer compartir las ganancias, lo que genera tensiones en momentos de ruptura. En caso de separación definitiva, la OCU aclara que si el matrimonio está bajo un régimen de gananciales, los premios se dividen equitativamente. Pero si es un régimen de separación de bienes, el premio pertenece al comprador, a menos que se pueda probar que se adquirió a medias.

Para protegerse, es fundamental que cada participante en la compra del décimo tenga una fotocopia firmada. Esta debe incluir datos como el nombre y DNI del comprador, de los otros participantes, el número del décimo, la serie y la fracción. Como alternativa, se puede enviar una foto del décimo a través de email o WhatsApp, asegurándose de que figuran todos estos datos.

Es vital conocer que, al cobrar el premio, Hacienda aplica un porcentaje que puede ser significativo, especialmente si se trata de grandes cantidades. Por ejemplo, si el Gordo reparte 360.000 euros (exentos los primeros 40.000), Hacienda retiene el 20% de lo que exceda, resultando en una ganancia final considerablemente menor. Además, si el propietario del décimo no identifica a los demás participantes y reclama el premio en su totalidad, podría enfrentar un impuesto sobre donaciones, complicando aún más la situación.

Por último, es crucial recordar que no todos los premios se cobran de la misma manera. Las cantidades inferiores a 2.000 euros solo pueden cobrarse en metálico, mientras que premios mayores requieren una transferencia bancaria desde entidades autorizadas. Así que, si estás pensando en compartir un décimo, considera estos consejos de la OCU para que la suerte no termine empañada por las discordias amorosas.