El pasado viernes, Netflix lanzó su tan esperado documental #SeAcabó: Diario de las Campeonas. Desde el comienzo, los realizadores sabían que contar esta historia iba más allá de ser solo otro documental deportivo. En un mundo saturado con casi 4.000 títulos relacionados con el deporte, surge la pregunta: ¿realmente necesitábamos otro? La respuesta es un rotundo sí.

La decisión de crear este documental fue impulsada por la conmoción generada por las declaraciones de Luis Rubiales en la asamblea de la RFEF, donde su negativa a dimitir provocó un sentimiento de desilusión y un deseo ferviente de cambio. A partir de ahí, se desencadenó un mensaje poderoso de unidad entre las futbolistas, quienes finalmente alzaron la voz contra un sistema que había ignorado sus demandas durante años. Este momento crucial marcó el inicio de un proceso de transformación en el fútbol femenino español que era inevitable.

La producción de #SeAcabó: Diario de las Campeonas no fue tarea fácil. Durante casi 15 meses, el equipo tuvo que demostrar resiliencia y adaptar sus planes, enfrentándose a un sinfín de desafíos. Ya como productores, nuestra misión fue apoyar a la talentosa directora Joanna Pardos, asegurando financiamiento y todo lo necesario para culminar una obra que ahora resuena en el panorama internacional.

El interés por contar esta historia fue abrumador; más de una veintena de productoras, tanto nacionales como internacionales, competían por obtener los derechos de las jugadoras. A pesar de las altas expectativas, no todos estaban a favor. Hubo voces en contra y algunas jugadoras mostraron temor a las repercusiones en sus carreras, rechazando inicialmente nuestra invitación. Sin embargo, logramos que se unieran al proyecto, lo que fue un gran hito.

La narrativa del documental abarca no solo los acontecimientos cercanos al Mundial, sino que también se adentra en la raíz de un problema más profundo: años de desdén y falta de respeto hacia el fútbol femenino. A través de las palabras de las propias jugadoras, el documental narra su historia desde su perspectiva, convirtiéndolas en las protagonistas de su propio relato.

A lo largo del proceso, se planificó inicialmente como una serie de tres episodios, pero finalmente se optó por un documental único de aproximadamente 90 minutos. Esta decisión presentó nuevos retos en términos de estructura y elaboraciones de guion, complicando el desarrollo del proyecto. Pero a pesar de los contratiempos, el entusiasmo seguía en aumento en la cuenta regresiva hacia el estreno.

Sin embargo, poco antes del lanzamiento, la obra enfrentó una ola de críticas negativas, muchas de las cuales surgieron de una sociedad polarizada. La expectativa y la tensión se hicieron palpables, evidenciando un entorno en que las opiniones eran vertidas sin haber visto el contenido.

Ahora que el documental ya está disponible, espectadores de todo el mundo tienen la oportunidad de formarse su propia opinión, abordando así los prejuicios que pudieran existir. En este camino, el equipo se siente orgulloso de pensar que el documental ofrece una voz firme y conmovedora de sus protagonistas, uniendo emociones y testimonios en una película que aspira a ir más allá de ser un simple relato deportivo. Como bien expresa Alejandro Requeijo, concluyendo la historia: “Ellas tenían razón”.

En definitiva, #SeAcabó: Diario de las Campeonas no solo es un documental, es un grito de lucha por la igualdad y la justicia en el deporte, una pieza fundamental que invita a los espectadores a reflexionar sobre el valor del fútbol femenino y la importancia de dar voz a quienes han estado en la sombra durante demasiado tiempo.