El clima político en Argentina se agita con la reciente decisión del gobierno de Javier Milei de cancelar las pensiones de privilegio a ex funcionarios condenados por corrupción. Después de comunicar que la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner perderá su jubilación, fuentes oficiales han confirmado que el ex vicepresidente Amado Boudou será otro de los afectados por esta drástica medida.

Boudou, que ocupó el cargo de vicepresidente durante el mandato de Kirchner entre 2011 y 2015 y fue también ministro de Economía, se encuentra cumpliendo una condena de 5 años y 10 meses de prisión por cohecho pasivo y negociaciones incompatibles con su función pública. La condena, ratificada en 2020, se origina en la compra de la imprenta Ciccone, vinculada a maniobras de corrupción que han dejado una huella profunda en la política argentina.

Recientemente, revelaciones sobre la pensión vitalicia de Boudou han dejado a muchos boquiabiertos: en mayo de este año, se descubrió que estuvo recibiendo más de $6.3 millones de pesos argentinose de pensión, un recurso que muchos consideran inmoral dados sus antecedentes penales.

En una conferencia de prensa, el portavoz presidencial Manuel Adorni destapó el vaso de las críticas, indicando que las jubilaciones de privilegio no son fruto de aportes personales, sino más bien 'gracias otorgadas por servicios excepcionales a la nación'. Sin embargo, estas gratificaciones están ahora bajo la lupa debido a las condenas por corrupción.

Adorni subrayó que es hora de terminar con el estigma de las asignaciones que no contribuyen al bienestar público y que representan una afrenta para los argentinos que honran la ley. 'Durante nuestro mandato, no destinaremos recursos a quienes han manchado el honor y la dignidad de nuestro país', enfatizó.

Además, el vocero no se detuvo allí y sugirió que otros ex funcionarios condenados podrían enfrentar la misma suerte que Boudou. Esta noticia ha suscitado especulaciones y esperanzas en sectores de la sociedad que clamaban por una justicia más equitativa.

Por si fuera poco, mientras todo esto ocurría en Argentina, Javier Milei se encontraba en Estados Unidos, reforzando su imagen con la frase contundente: 'El que las hace, las paga'. Esta declaración pone de manifiesto el compromiso del nuevo presidente con una administración que busca reformar el sistema de justicia y la política económica del país.

Este acontecimiento se produce justo un día después de que la Cámara Federal de Casación ratificara la pena de 6 años de cárcel a Cristina Kirchner. Al respecto, los argentinos esperan ansiosos qué otras sorpresas les deparará el gobierno de Milei en su cruzada contra la corrupción.