El Gobierno valenciano asegura estar trabajando "desde el primer día" en lo que declara como "la peor catástrofe natural del siglo". La vicepresidenta, Susana Camarero, ha enfatizado que el Consell está llevando a cabo acciones de "recuperación, reconstrucción y restablecimiento" para hacer frente a los efectos devastadores de esta tragedia. Se ha estado priorizando la emergencia en el trabajo diario de la Generalitat.

En un intento de movilizar recursos, el Ayuntamiento de Valencia ha ofrecido a 600 funcionarios afectados por la DANA participar en la reconstrucción de sus municipios. Sin embargo, también hay críticas a la gestión, como la formulada por el presidente Carlos Mazón, quien ha cuestionado las recomendaciones sobre el uso de agua en las áreas afectadas.

Desgraciadamente, este fin de semana se reportó el hallazgo del cuerpo de Miguel Burdeos, un empresario local, sumando a las más de 200 víctimas mortales confirmadas hasta ahora. Y, aunque se anunció que los daños a infraestructuras de agua ascienden a 331 millones de euros, solo un total de 49 colegios en la región sin daños reanudarán actividades.

El Papa Francisco, a través de un mensaje de solidaridad, ha instado a los católicos a enviar ayuda al pueblo valenciano. Mientras tanto, miles de personas todavía carecen de acceso al agua potable y se espera que esto se solucione en diez días.

En un acto de heroicidad, doce agentes de la Guardia Civil rescataron a decenas de personas en la localidad de Chiva, lo que refleja el espíritu de solidaridad entre los valencianos, quienes han salido a las calles a ayudar, incluso en una concentración reciente contra la gestión del presidente Mazón, donde se exigió su dimisión, reflejando un malestar creciente que ha llevado a protestas a nivel nacional. En total, 222 personas han perdido la vida por la DANA, y el número de desaparecidos se actualiza constantemente. Esto ha generado un impulso por parte de las fuerzas de seguridad, mientras la situación continúa siendo crítica.

La Aemet ha alertado de nuevas lluvias y tormentas para la próxima semana, lo que podría complicar aún más los esfuerzos de rescate y recuperación. Los voluntarios, que forman una línea de apoyo vital ante la crisis, han sido reconocidos por su dedicación y esfuerzo. Sin embargo, también se han reportado problemas de seguridad en algunas manifestaciones, con actos de vandalismo que han sido condenados por las autoridades locales.

La comunidad valenciana enfrenta grandes desafíos no solo por los daños físicos, sino también por la carga emocional que ha dejado esta catástrofe. Con una inmensa necesidad de apoyo y ayuda, el foco ahora es la reconstrucción y la recuperación, en donde la participación activa de todos los sectores será fundamental para restablecer la normalidad en esta zona tan golpeada.