Este sábado, miles de manifestantes inundaron las calles de Vitoria, donde se estima que unas 5.000 personas, acompañadas por 50 tractores, se reunieron para exigir la «paralización inmediata» de la instalación de parques solares en la provincia de Álava. Con su lema ‘Renovables sí, pero no así’, los asistentes mostraron su descontento hacia lo que consideran un desarrollo desmedido y poco sostenible de estos proyectos energéticos.

La movilización, organizada por el colectivo Araba Bizirik, busca poner de relieve las preocupaciones sobre el impacto ambiental y social que estos macroproyectos podrían tener en la región. Los manifestantes argumentan que, aunque apoyan la transición hacia energías más sostenibles, es fundamental que esta se realice de forma responsable, respetando la biodiversidad y el entorno natural.

Es importante destacar que esta no es la primera vez que se levantan voces en contra de los macroparques solares en la zona. En años previos, comunidades locales y ecologistas han expresado su temor a que estas grandes instalaciones afecten el paisaje rural, así como los modos de vida tradicionales que dependen del campo. La movilización de este fin de semana subraya el creciente descontento y la necesidad de un debate más amplio sobre cómo se debe implementar la energía renovable.

Las autoridades locales han sido instadas a escuchar estas demandas, y se espera que la presión de la ciudadanía pueda influir en futuras decisiones sobre el desarrollo energético en la región. A medida que la lucha por un equilibrio entre sostenibilidad y respeto por el medio ambiente continúa, esta manifestación se alza como un claro símbolo del poder ciudadano y su papel en la configuración de políticas energéticas.