Carlos Tavares, exconsejero delegado de Stellantis, ha dado una nueva vuelta al tema de su salida 'amistosa' del fabricante de automóviles franco-italiano, la cual ocurrió hace un par de semanas. En sus declaraciones, atribuye su renuncia a diferencias 'estratégicas' sobre el rumbo futuro de la empresa.

En una reciente entrevista con el diario luso 'Expresso', Tavares mantiene la confidencialidad sobre los desacuerdos específicos con el consejo de administración de Stellantis, pero confirma que su decisión fue consensuada con John Elkmann, el presidente de la compañía.

El empresario luso no se guarda opiniones, declarando que la industria automotriz europea está en un momento 'darwiniano'. "Cuando te enfrentas a una tormenta, debes guiar el barco siguiendo las olas. No se puede perder tiempo debatiendo la mejor forma de hacerlo", explica con entusiasmo.

Tavares también comentó que su enfoque proactivo hacia la protección ambiental ha generado 'discusiones' con la dirección, que califica como 'legítimas', lo que a su vez lo llevó a considerar su salida como 'amistosa'. A pesar de las especulaciones sobre cómo su marcha anticipada —prevista originalmente hasta 2026— podría afectar a Stellantis, Tavares asegura que se va con la sensación de 'deber cumplido'.

Con 43 años de experiencia en la industria automotriz, incluyendo 20 en altos cargos ejecutivos y una década al mando de una empresa del sector, Tavares siente que ha realizado todo lo que debía hacer. Ahora, sus comentarios han encendido un debate sobre el futuro de Stellantis y su dirección bajo un nuevo liderazgo, poniendo en jaque el enfoque de la industria hacia la sostenibilidad y la innovación. ¿Coincide su visión con la de su sucesor? El tiempo lo dirá.