Una mujer en Vigo, que ha enfrentado una grave afección pulmonar y ha dependido de una máquina de oxígeno durante años, ha recibido la impactante noticia de que se le retira la pensión. Las autoridades le han sugerido que busque un trabajo, aunque sea en un puesto que no requiera un gran esfuerzo físico.

Esta medida ha suscitado una ola de críticas y preocupación entre expertos en salud y defensores de los derechos de los enfermos. La paciente ha vivido una situación complicada debido a su enfermedad, que le ha limitado notablemente la capacidad para realizar actividades cotidianas. La mujer, que recibió un trasplante de pulmones, ahora se siente desamparada y sin apoyo en un momento crucial de su vida.

Activistas han denunciado que este tipo de decisiones ponen en riesgo la estabilidad financiera y la salud emocional de personas que ya enfrentan grandes desafíos. Además, han resaltado que la idea de que una persona con su historial médico pueda encontrar un empleo seguro es, en sí misma, poco realista y preocupante.

Los impactos de esta situación no solo afectan a la mujer en cuestión, sino que también evidencian problemas más amplios en el sistema de apoyo social que debería asistir a las personas con discapacidades y enfermedades crónicas. Es esencial que las reformas se implementen para garantizar que quienes luchan contra enfermedades graves no sean forzados a elegir entre su salud y su sustento.