Los expertos predicen que el precio de la vivienda en España seguirá en una tendencia alcista para 2025, influenciado por una combinación de factores preocupantes. La escasa oferta de viviendas, la baja de los tipos de interés, una inflación moderada y el aumento de la población, impulsada por la inmigración, son solo algunos de los elementos que están remodelando el mercado inmobiliario español.

En 2024, los precios de las viviendas han mostrado un notable incremento. Según datos de idealista, el costo de la vivienda usada ha aumentado un asombroso 10,7% hasta alcanzar los 2.244 euros/m2. En el sector del alquiler, las subidas son igualmente alarmantes, con un crecimiento del 11,1%, estableciendo un récord de 13,3 euros/m2/mes.

La falta de oferta es un problema crítico, ya que, según el economista Miguel Córdoba, hay una escasez de aproximadamente un millón de viviendas en venta y medio millón en alquiler. Para solucionarlo, es fundamental construir más viviendas de calidad media en zonas no centrales, donde la demanda está creciendo y la oferta es mínima.

Pero, ¿por qué se prevé que los precios continúen aumentando? Según Bankinter, se anticipa un crecimiento del 5% en el precio de las viviendas para 2025, con Solvia estimando un incremento similar. Entre las razones detrás de esta tendencia se encuentra la falta de suelo finalista y la aumentada demanda de viviendas.

El Gobierno ha enfrentado obstáculos para aprobar la Ley del Suelo, lo que ha dejado a los promotores inmobiliarios en una situación difícil, incapaces de brindar viviendas necesarias en áreas donde la demanda es alta. Además, los precios de construcción se han disparado debido al aumento de materiales y costos de mano de obra.

La política de tipos de interés bajos implementada por el Banco Central Europeo (BCE) también está contribuyendo a esta tendencia. En 2024, se han producido reducciones en los tipos de interés que impulsan un mercado hipotecario más accesible, promoviendo así la demanda de vivienda, a pesar de que los salarios no aumentan al mismo ritmo.

El aumento de la población debido a la llegada de inmigrantes, tanto aquellos con altos ingresos en busca de propiedades de lujo como aquellos que ocuparán trabajos menos remunerados y buscarán alquileres asequibles, continuará creando presión sobre los precios. Las grandes ciudades y destinos turísticos, como Madrid, Barcelona, y la Costa del Sol, experimentarán mayores incrementos de precios, con estimaciones que oscilan del 5% al 10% para 2025.

Por otro lado, el mercado de vivienda nueva también muestra señales de crecimiento. Según el INE, en octubre se registró un fuerte aumento en la compraventa de viviendas, alcanzando las 69.418 transacciones, un incremento notable del 51,3% en comparación con el año anterior. Se espera que los precios continúen creciendo moderadamente, en torno al 4%-5% en 2025.

¿Y qué pasará con el alquiler? La tendencia alcista se mantendrá, aunque algunos cambios son esperados. Las medidas del Gobierno para aumentar la oferta de vivienda en alquiler podrían moderar la presión sobre los precios a largo plazo, aunque muchos expertos advierten que controles excesivos podrían reducir la oferta disponible.

En definitiva, mientras que las proyecciones parecen sombrías para los posibles compradores, la situación actual ofrece también oportunidades para el sector inmobiliario, siempre que se tomen las decisiones correctas. ¿Qué más cambios traerá el mercado en los próximos años? Solo el tiempo lo dirá, pero una cosa es clara: ¡el mercado de la vivienda está en constante evolución!