Raphinha, el extremo brasileño del FC Barcelona, está atravesando un momento excepcional en su carrera, incluso ejerciendo como capitán en varias ocasiones. En una reciente entrevista, compartió detalles sobre su infancia y defendió a su compatriota Vinicius Jr. frente a los insultos racistas que ha sufrido en los estadios.

Rememorando su infancia en Porto Alegre, Raphinha narró una anécdota agridulce. Con solo 12 años, él y un amigo se vieron obligados a pedir dinero en la calle después de un entrenamiento, ya que no tenían dinero para comprar comida. "No había duchas en el club y el autobús tardaba mucho en llegar. Así que decidimos pedir a la gente, fue algo complicado, aunque algunas personas de buen corazón nos ayudaron", explicó Raphinha. Esta experiencia lo marcó y lo impulsó a valorar lo que tiene hoy.

El jugador brasileño también reflexionó sobre las exigencias que enfrenta un futbolista en su camino hacia la fama. Hizo hincapié en que ser un gran jugador implica más que solo habilidades técnicas: "Conocía chicos que eran técnicamente mejores que yo, pero la disciplina y la capacidad de sacrificio son clave. Si no estás dispuesto a renunciar a tus amigos y a una vida normal, la técnica no te llevará lejos".

En el contexto de su defensa a Vinicius, Raphinha lamentó que los insultos racistas se hayan vuelto comunes en el fútbol: "Normalizar que se vaya a los estadios solo a insultar no puede ser aceptable. Necesitamos que las personas con poder tomen acción". Además, comentó sobre la resiliencia de Vinicius, quien a pesar de los constantes ataques raciales, mantiene un espíritu alegre y bromista.

"No sabemos realmente por lo que ha pasado Vinicius en su infancia. Es un chico muy sonriente, pero los insultos que ha recibido lo afectan profundamente, y es comprensible que esté enojado", agregó Raphinha.

La solidaridad que Raphinha mostró hacia su compañero resalta la importancia de la unión en el deporte, especialmente en la lucha contra el racismo. A medida que se acerca el derbi entre el Barcelona y el Espanyol, los seguidores esperan no solo un gran espectáculo en el campo, sino también un mensaje contundente contra el racismo en el fútbol.