Donald Trump ha programado para el último fin de semana de campaña tres mítines en Carolina del Norte, celebrando actos en Charlotte, Greensboro y Kingston. Además, regresará el lunes para un evento en Raleigh, con la ambición de reunir a más de 45,000 personas. Esto refleja la crucial importancia que ambos candidatos, Trump y Kamala Harris, otorgan a los Estados decisivos. En los últimos dos meses, ambos han centrado entre dos tercios y tres cuartos de sus actividades en estos Estados, mientras que más de 30 de los 50 no han visto aparecer a ninguno de los dos candidatos durante toda la campaña.

El sistema del Colegio Electoral, que otorga todos los comprometidos a quien gana un Estado, hace que la campaña en regiones donde la diferencia entre candidatos es amplia no sea efectiva. La atención se centra en los 93 votos electorales de siete Estados, más un distrito en Nebraska que podría romper un posible empate. Decenas o cientos de miles de votos en Pensilvania, Georgia, Carolina del Norte, Michigan, Arizona, Wisconsin y Nevada son fundamentales para acceder a la Casa Blanca.

Pensilvania: el trofeo más codiciado

Con 19 votos electorales y un empate técnico en las encuestas, Pensilvania es el más decisivo. Casi todas las opciones de Kamala Harris dependen de ganar aquí. La demócrata recorrerá el Estado con mítines en Allentown, buscando el voto latino, en el industrial Pittsburgh y en Filadelfia, la mayor ciudad del Estado. Trump también hará dos actos el lunes en Reading y Pittsburgh, donde el voto latino, especialmente el puertorriqueño, podría ser determinante.

Georgia: un campo de batalla vital para Trump

Georgia, con 16 votos electorales, es imprescindible para Trump. La última vez que un republicano ganó la presidencia sin llevarse este Estado fue con Ronald Reagan en 1980. Biden logró vencer a Trump en 2020 por menos de 12,000 votos, rompiendo una racha de victorias republicanas. Si Trump no conquista Georgia, su camino hacia la presidencia se complicaría, aunque actualmente se beneficia de ligeras ventajas en las encuestas. La movilización del voto negro puede ser decisiva.

Carolina del Norte: esfuerzo duplicado por parte de Trump

Este es el único de los siete Estados decisivos donde Biden no ganó en 2020. Sin embargo, las encuestas están reñidas; con un notable contraste entre áreas rurales y urbanas, la movilización del voto negro podría sorprender. La intensa campaña de Trump en Carolina del Norte, donde celebrará cuatro mítines en los últimos días, es prueba de la presión que siente en este Estado donde el huracán Helene ha hecho estragos en el contexto de la ayuda federal de emergencia.

Michigan: la influencia del voto árabe e industrial

En Michigan, Biden enfrentó un notable voto de rechazo por su postura sobre la guerra en Gaza. El apoyo de la comunidad árabe estadounidense será crucial, así como el voto de los trabajadores de la industria automotriz. A pesar de los desafíos, Harris parece contar con una pequeña ventaja en un Estado que otorga 15 votos electorales.

Arizona: la oferta contra la inmigración

Arizona, que colinda con México, es crucial en estas elecciones. Trump se ha centrado en la inmigración como un tema central, aunque ha visto crecimiento en el apoyo entre los votantes latinos. Los demócratas confían en movilizar a sus votantes gracias a un referéndum sobre el aborto en paralelo. Sin embargo, el panorama parece favorecer a Trump por el momento, con 11 votos electorales en juego.

Wisconsin: parte del ‘Muro Azul’

Wisconsin, con 10 votos electorales, es considerado clave si Harris pretende pasar de la teoría a la práctica. Ganar en Pensilvania y Michigan sería un gran paso, y Wisconsin podría ser la victoria final necesaria. Los republicanos han reaccionado intensamente, celebrando su convención en Milwaukee para asegurar ese Estado. Harris posee una ligera ventaja, pero todo puede cambiar hasta el último segundo.

Nevada: el comodín necesario

Nevada, aunque solo cuenta con 6 votos electorales, se convierte en un fichaje importante en múltiples combinaciones para alcanzar la victoria. Aquí, tanto Trump como Harris han tratado de ganarse el favor de los trabajadores de la industria del entretenimiento y el voto latino, que puede ser determinante en el resultado final. Las fuerzas están divididas, enriqueciéndose por el contexto electoral.

Omaha: un voto crucial para el desempate

En Nebraska, el distrito de Omaha podría jugar un papel decisivo, aportando un voto que podría ser vital en caso de un empate a 269 votos. Este voto podría inclinar la balanza en una elección sometida al escrutinio de la Cámara de Representantes y el Senado. Tanto Trump como Harris tienen que gestionar bien las expectativas en este rincón del país.

A medida que se acercan las elecciones, cada movimiento y cada palabra cuentan en la lucha por la Casa Blanca. ¡No te pierdas el desenlace de esta emocionante carrera electoral!