El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha expresado su solidaridad con la Comunidad Valenciana tras las devastadoras inundaciones que han causado la muerte de cientos de personas y han dejado a miles sin hogar, con vehículos destruidos y un notable desabastecimiento de alimentos y otros servicios básicos.

Durante un desayuno informativo organizado por La Tribuna y el Banco Santander en Toledo, Page propuso la creación de un organismo independiente para gestionar futuras catástrofes, como la reciente DANA, sugiriendo que esta entidad operaría con "cero interferencia política".

"Es esencial reflexionar sobre la gestión de nuestros ríos y sus crecientes caudales durante lluvias intensas", afirmó Page. Destacó que en Castilla-La Mancha la situación está "perimetrada y enfocada", gracias a la colaboración entre distintas administraciones públicas en áreas afectadas como Letur (Albacete) y Mira (Cuenca).

Además, García-Page anunció que la próxima semana el Consejo de Gobierno destinará 13,9 millones de euros para financiar talleres de recualificación laboral, de los cuales un millón irá dirigido a ayudar a los municipios que se han visto más afectados por las inundaciones.

Emocionado por la tragedia, Page compartió su experiencia al ver de primera mano el impacto que ha tenido esta catástrofe natural en la vida de las víctimas. "En situaciones así, siempre te preguntas si es mejor estar presente o alejarte. Digo que siempre es mejor estar cerca, para apoyar a quienes más lo necesitan", reflexionó.

Para concluir, el presidente de Castilla-La Mancha subrayó que en momentos de crisis extrema, la política no debe entrar en juego. "El único cálculo que se puede hacer en una tragedia es no hacer cálculos. Quien lo hace, se convierte en víctima de su propia estrategia". La situación actual en la Comunidad Valenciana ha servido para recordar la fragilidad ante desastres naturales y la importancia de estar preparados para futuras eventualidades.