Una buena noticia para el Banco Sabadell y un contratiempo significativo para el BBVA. Este martes, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) anunció que llevará el intento de absorción del banco catalán por la entidad vasca a la segunda fase de análisis, en lugar de aprobarla bajo ciertas condiciones, como el BBVA había esperado. Este cambio de rumbo engrosará notablemente el tiempo del proceso, generando una incertidumbre considerable sobre el resultado de la OPA. Peor aún, abre la posibilidad de que el Gobierno, que se opone a la fusión, imponga obstáculos que podrían frustrar la operación.

La sala de competencia de la CNMC se ha reunido y tenía tres opciones sobre la mesa: autorizar la concentración, aprobarla con condiciones cumplidas por parte del BBVA, o llevarla a la fase dos. Esta última opción, ya anticipada por varias fuentes en semanas recientes, parece haber tomado la delantera, desoyendo el criterio de los técnicos del organismo.

Según las fuentes consultadas, la Dirección de Competencia no veía problemas significativos para el correcto funcionamiento del mercado bancario y prefería una aprobación condicionada, similar a la fusión entre CaixaBank y Bankia hace tres años. Sin embargo, la decisión de prolongar el análisis ha tomado a muchos por sorpresa.

Una Larga Espera

La ley de defensa de la competencia de 2007 le otorga a la CNMC hasta tres meses adicionales para analizar la operación. Sin embargo, este plazo puede extenderse considerablemente debido a que se suspende cada vez que la CNMC solicita información adicional. Además, en esta fase, se permite la participación de terceros interesados, lo que puede complicar aún más el proceso. La dirección elaborará un informe que será compartido con las partes interesadas y el Consejo de Consumidores y Usuarios, permitiendo establecer alegaciones en un plazo de 10 días.

Se prevé que el análisis pueda retrasarse incluso hasta el segundo trimestre del próximo año. Si la CNMC finalmente decide prohibir la operación o imponer condiciones adicionales, el Gobierno podrá intervenir con hasta 45 días de margen para imponer requisitos por razones de interés general. La postura del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha dejado claro que existe una fuerte oposición a este tipo de concentraciones.

¿Una Ventaja para Sabadell?

Este escenario podría ser ideal para la dirección del Banco Sabadell, que ha mostrado su rechazo a la fusión con el BBVA. El pronunciamiento de la CNMC será crucial para el futuro de esta operación. Los requisitos que podría imponer la CNMC o el Gobierno podrían desincentivar al BBVA a seguir adelante con su oferta o hacer que los accionistas de Sabadell reconsideren la venta de sus acciones. Además, la legislación permite al BBVA desistir de la OPA si no hay pronunciamiento de la CNMC antes del cierre del plazo para la aceptación de las ofertas.

La CNMV ya había indicado que podría esperar a la decisión de la CNMC antes de aprobar el folleto de la OPA, lo que podría complicar aún más las cosas para el BBVA. A medida que las dudas sobre el futuro de la OPA aumentan, el presidente de la CNMV, Rodrigo Buenaventura, ha revelado que no buscará una prórroga para su mandato que termina el 16 de diciembre, pues se mudará a la Organización Internacional de Comisiones de Valores (IOSCO) en enero. La incertidumbre está en el aire, y todos los ojos están puestos en lo que sucederá en los próximos meses.