Las oficinas de Subterfuge son un santuario donde los recuerdos musicales cobran vida; es como un DeLorean que te transporta a las etapas más vibrantes de tu infancia. Desde muñecos y accesorios hasta posters de tus artistas favoritos, el ambiente es una explosión de nostalgia. En este mágico lugar, encontramos a Niña Polaca, una banda que ha sabido escalar posiciones en la escena musical, consolidándose en los grandes carteles de festivales.

La banda, formada por Álvaro Surma (voz), Rubén Manchón (guitarra), Claudia Zuazo (teclados), Alberto Rojo ‘Beto’ (bajo) y Kobbe (batería), tiene su origen en un anuncio de Wallapop y un viejo piso en Malasaña. Todo comenzó con un encuentro fortuito y una conexión musical innegable. A lo largo de su trayectoria, han lanzado tres álbumes exitosos que han resonado con una generación ávida de letras que reflejan sus vivencias cotidianas.

Con canciones como 'Madrid sin ti', han conseguido un sonido que es un fiel reflejo de la vida cotidiana, lleno de emociones y experiencias compartidas, haciendo que cada canción se sienta como un diario personal. En 2024, su impacto fue tal que llenaron tres veces La Riviera, una de las salas más emblemáticas de Madrid.

El ciclo creativo de Niña Polaca no se detiene. A medida que se asoma el 2025, se encuentran trabajando en su próximo álbum, mientras su nombre recorre España en un verano repleto de festivales, desde San San hasta Sonrisas Baixas. Esta experiencia, llena de anécdotas divertidas sobre su inicio en Malasaña, revela la naturaleza auténtica y desenfadada de la banda.

Las letras de sus canciones, que a menudo parecen extractos de un diario íntimo, han provocado un interés creciente en la crítica y el público. Surma menciona que nunca imaginó que sus pensamientos más privados resonarían en tantas personas. "Simplemente escribo sobre mi vida y parece que a la gente le interesa", afirma. Esto habla de la conexión genuina que han forjado con su audiencia.

A medida que la banda ha crecido, también lo ha hecho su compromiso con su música, evolucionando su sonido y llevando su experiencia en el escenario a nuevas alturas. Cuentan que, a través de los años, se han enfrentado a desafíos y malentendidos, pero su deseo de hacer música que resuene ha prevalecido.

Sin embargo, el éxito no ha cambiado su esencia. "No se nos ha subido a la cabeza", dicen al unísono, reafirmando su conexión con sus raíces y el ambiente musical en el que crecieron.

Con la promesa de seguir explorando y experimentando, el futuro parece brillante para Niña Polaca, mientras siguen conquistando tanto escenarios como corazones. ¿Será que estamos ante el renacer del sonido de guitarras en la música española? Con la nueva generación de bandas tomando el relevo, el camino musical de Niña Polaca es apenas el comienzo de una emocionante era en la escena del pop alternativo.