Un reciente estudio realizado por la Clínica Cleveland en Estados Unidos ha arrojado luz sobre los factores que pueden influir en la pérdida de peso a largo plazo en pacientes con obesidad que han recibido semaglutida o liraglutida, ambos medicamentos utilizados para el tratamiento de la diabetes tipo 2 y la obesidad. La investigación fue publicada en JAMA Network Open y ha sorprendido a la comunidad médica.

El investigador principal del estudio, Hamlet Gasoyan, explicó: "Los resultados muestran que la efectividad para la pérdida de peso a largo plazo depende en gran medida del tipo de medicamento, la dosis administrada y la adherencia al tratamiento por parte del paciente".

Tanto la semaglutida (comercialmente conocida como Wegovy y Ozempic) como la liraglutida (vendida bajo las marcas Saxenda y Victoza) son agonistas del receptor del péptido similar al glucagón-1, también conocidos como medicamentos GLP-1 RA. Estos fármacos no solo ayudan a regular los niveles de azúcar en sangre, sino que además son clave en la reducción de peso.

El estudio incluyó a 3.389 pacientes adultos con obesidad que comenzaron el tratamiento entre julio de 2015 y junio de 2022, y se realizó un seguimiento hasta julio de 2023. Al inicio, el índice de masa corporal (IMC) medio era de 38,5, y el 82,2% de los participantes tenían diagnóstico de diabetes tipo 2. Entre ellos, la mayoría eran blancos (68,5%), seguido de negros (20,3%) e hispanos (7%). Un dato interesante es que más de la mitad de los participantes eran mujeres (54,7%).

Los resultados del estudio revelaron que un año después de iniciar el tratamiento, la pérdida de peso promedio era del -5,1% para aquellos que usaron semaglutida, en comparación con -2,2% con liraglutida. Además, los que siguieron una dosis alta del medicamento tuvieron un cambio de peso del -6,6%, mientras que aquellos con una dosis baja sólo lograron un -3,5%.

Sin embargo, solo el 40,7% de los pacientes continuaron con su tratamiento un año después. Curiosamente, la adherencia fue mayor entre los que tomaron semaglutida, con un 45,8% todavía en tratamiento, comparado con el 35,6% que continuaron con liraglutida.

Entre los que persistieron con su medicación, la pérdida de peso fue aún más notable: un -12,9% para los que usaron semaglutida para la obesidad versus -5,9% para aquellos que usaron semaglutida para diabetes tipo 2. Por su parte, la liraglutida mostró -5,6% para la obesidad y -3,1% para diabetes tipo 2.

El estudio destacó que alcanzar una pérdida de peso del 10% o más es fundamental por sus beneficios clínicos. De hecho, el 37,4% de los pacientes que recibieron semaglutida para obesidad lograron este objetivo, en comparación con solo el 16,6% que recibieron semaglutida para diabetes. Para liraglutida, el 14,5% de los que recibieron el tratamiento para la obesidad lograron la misma tasa de éxito.

El análisis también puso de relieve que aquellos que mantuvieron su tratamiento durante un año tuvieron mayores probabilidades de lograr una reducción significativa de peso. ¡Impresionantemente, el 61% de los pacientes que tomaron semaglutida para la obesidad alcanzaron el 10% de pérdida de peso o más!

Por lo tanto, según este estudio, la semaglutida se perfila como el medicamento más eficaz para la pérdida de peso a largo plazo, lo que podría influir en la elección de tratamiento para pacientes con obesidad y diabetes tipo 2. Aprovecha esta información y consulta con tu médico sobre el mejor enfoque para tu salud y bienestar.