El pasado jueves, 31 de diciembre, Nacho Mangut fue eliminado en la 'silla azul' de 'Pasapalabra', después de 59 programas y más de 44.000 euros acumulados en premios. Posteriomente, compartió un emotivo hilo en X para despedirse de la audiencia y reflexionar sobre su paso por el programa.

"Hasta aquí he llegado. Una oportunidad que no esperaba y que me ha dejado un sabor agridulce. Quiero felicitar a Alberto, el mejor aspirante a la silla azul que ha pasado por el programa en mucho tiempo. Su elección de la letra P fue magnífica, el resultado de muchas horas de estudio y estuvo de 10", expresó Nacho, elogiando a su contrincante.

También tuvo palabras cariñosas para Manuel, su oponente: "Un amigo que me llevo para siempre. Un concursante con muchas virtudes, destacando su fortaleza mental, a quien le deseo lo mejor". Nacho también reconoció lo importante que ha sido el apoyo de su audiencia: "El cariño de la gente ha sido lo que me ha motivado a enfrentar el reto de ponerme a estudiar".

Sin embargo, lo que sorprendió a todos fue su desgarradora confesión al describir su experiencia en 'Pasapalabra' como "la peor de mi vida". Nacho denunció vivir un "acoso brutal" a través de redes sociales: "Decenas de mensajes diarios repletos de insultos, amenazas y faltas de respeto", lamentó. Expresó que en sus 12 años de carrera como concursante nunca había vivido algo tan intenso. "Esta ha sido, sin duda, la peor experiencia de mi vida y no se la deseo a nadie".

A lo largo del programa, afirmó que "por ganar, perder, empatar, hablar o callarme, por mi aspecto físico o por mi forma de ser, todo se traducía en insultos diarios, algo que se puede comprobar en cualquier publicación de 'Pasapalabra'". A pesar de la adversidad, Nacho hizo un balance positivo de su participación: "Me voy con el mejor registro histórico de cualquier concursante en sus primeros 50 programas en esta etapa de Antena 3. Gané el doble de programas de los que perdí, y acerté más de un cerrojo de media por programa".

"Estos datos de récord me hacen sentir orgulloso y feliz, y el premio económico obtenido cubre lo que necesitaba. Los concursos no terminan para mí; llegarán nuevas oportunidades y seguiré aprovechándolas para disfrutar y competir. Muchas gracias a todos, de verdad. Cada muestra de cariño ha valido por diez esta vez", concluyó Nacho Mangut.

Esta experiencia resalta no solo la presión que enfrentan los concursantes en programas de alta competitividad, sino también la importancia de mantener una salud mental adecuada en medio del escrutinio público.