El sábado 14 de diciembre, a media tarde, la comunidad de Trobajo del Camino se vio sacudida por la desaparición de un joven de 17 años con autismo severo. Con el reloj marcando las 18:00 horas, la desesperación se apoderó de los familiares y amigos, lanzando una llamada de ayuda a las autoridades. Con la llegada de una noche fría y sin luz, la urgencia de encontrar al menor era crítica.

Al enterarse de la situación, Nicanor Sen, delegado del Gobierno en Castilla y León, regresó rápidamente de un evento en Valladolid, siendo informado por el subdelegado en León, Héctor Alaiz. En ese instante, se tomó la decisión de movilizar a todos los recursos disponibles, enfatizando la zona de San Andrés del Rabanedo como el foco principal de la búsqueda.

Un vasto operativo se puso en marcha, incluyendo la Policía Nacional de León, la Policía Local de San Andrés y los Bomberos de León, que comenzaron a registrar cada rincón. Además, Sen activó a la Unidad Militar de Emergencias (UME) para usar drones equipados con cámaras térmicas y así hacer más eficiente la búsqueda durante la noche.

La comunidad no tardó en unirse a la causa; muchos vecinos se lanzaron a las calles, armados con linternas, dispuestos a ayudar en la búsqueda del menor. También se contactó a una asociación de autismo para preparar su atención una vez que fuera localizado.

A medida que avanzaba la noche, el frío se intensificaba, con temperaturas que en San Andrés alcanzaron incluso los -3 grados centígrados. La participación constante del delegado del Gobierno mostraba el compromiso de las autoridades en garantizar la seguridad del joven.

Finalmente, alrededor de la 1:30 de la madrugada, Nicanor Sen compartió la noticia esperanzadora: había encontrado al menor en un coche aparcado cerca del Ayuntamiento de San Andrés. Aunque se encontraba asustado y resguardándose del frío, estaba "sano y salvo" y sin heridas visibles.

Pronto, el joven recibió atención médica siguiendo todos los protocolos necesarios, con el apoyo y la asistencia de la asociación de autismo, evitando así cualquier posible trauma causado por la angustiosa experiencia. Ahora, gracias a la colaboración efectiva entre autoridades y ciudadanos, el joven ha regresado a la tranquilidad, reafirmando la importancia de la comunidad en momentos de crisis.