Miguel Rodrigo, un ícono del fútbol sala español, se prepara para su despedida de la alta competición después de 25 años de trayectoria. Este año, tiene la oportunidad de dejar su huella dirigiendo a la selección de Tailandia, que ha alcanzado los octavos de final en el Mundial. La situación se ha vuelto aún más emocionante debido a la controversia que rodea el partido entre Francia e Irán. Se rumoró que ambos equipos no tenían la intención de ganar, ya que eso les habría llevado a enfrentarse a Tailandia en la siguiente fase, lo que ha provocado la indignación del público y los expertos en el deporte.

Rodrigo, de 54 años, no ha dudado en expresar su desaprobación. "Francia ha faltado el respeto a mucha gente. Mis jugadores están altamente motivados para intentar eliminarlos, ojalá lo consigamos", comentó en una entrevista. La declaración del entrenador ha resonado en el mundo del fútbol sala, donde se considera que la actitud de Francia es un "bochorno" y una "vergüenza mundial". Varios entrenadores de distintas selecciones, incluidos figuras destacadas de Brasil y Libia, han acordado que esta situación debe ser denunciada públicamente.

Con el encuentro programado para el próximo viernes 27 en el Universal Complex de Bujará, la atmósfera es eléctrica. La selección tailandesa, bajo la dirección de Rodrigo, está decidida a demostrar que tiene lo necesario para vencer a Francia. "Nuestros jugadores están muy motivados, especialmente después de verse ofendidos con lo que ocurrió en los últimos partidos. Paraguay también ha manifestado su descontento con el comportamiento de los franceses", añadió.

Sin embargo, el desafío no será sencillo. La fuerza física de los jugadores franceses es formidable, y Tailandia tendrá que recurrir a su agilidad y táctica. "Como hicimos contra Croacia, necesitamos evitar el enfrentamiento físico y aprovechar nuestra velocidad", aseveró Rodrigo.

De igual manera, un jugador clave para Tailandia es Muhammad Osamanmusa, un pívot que ha brillado en la liga española y ahora destaca en el torneo con cuatro goles en tres partidos. Rodrigo afirma que nunca antes Tailandia había contado con un jugador de tal calibre y lo describe como alguien especial.

Tras concluir esta etapa de su carrera, Rodrigo no descarta seguir vinculado con el fútbol en Asia y espera transmitir su experiencia a jóvenes entrenadores en Andalucía. Sin embargo, por ahora, su misión es clara: buscar justicia en la cancha enfrentando a una Francia que ha ofendido a este hermoso deporte.