El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha criticado con contundencia las declaraciones del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, quien afirmó que Gaza recibe más ayudas del Gobierno que Valencia para la reconstrucción tras la reciente DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), un fenómeno meteorológico que ha devastado la región. Marlaska no dudó en calificar estas declaraciones como "pura xenofobia" y "moralmente inaceptables".

Durante una entrevista en el programa "Las Mañanas de RNE", Marlaska cuestionó la idoneidad de Mazón como líder político, señalando que su ausencia durante un periodo crítico de la emergencia en su comunidad lo descalifica como autoridad a seguir: "¿Qué se puede esperar de alguien cuyo paradero y acciones eran desconocidos mientras su comunidad enfrentaba uno de los episodios más trágicos de su historia?", reflexionó.

Además, el ministro criticó las insinuaciones del Partido Popular (PP) en redes sociales acerca de que las solicitudes de ayuda en árabe obtienen respuestas más rápidas, lo que calificó de una muestra más de "impunidad" y una estrategia política centrada en no perder apoyo ante partidos de extrema derecha como Vox. "Pueden decir la mayor de las barbaridades y no hay ninguna consecuencia", lamentó Marlaska.

El ministro también subrayó que las declaraciones de Mazón ponen de relieve la creciente confusión y la falta de diferencias claras entre el PP y Vox. En defensa de la labor del Gobierno, Marlaska hizo hincapié en el compromiso del Ejecutivo con los damnificados de la DANA, afirmando que se han asignado más de 16.000 millones de euros en ayudas, de los cuales más de 1.400 millones ya se han enviado a quienes lo necesitan urgentemente.

La situación se torna aún más preocupante, ya que la comunidad valenciana sigue enfrentando retos significativos en el proceso de recuperación y reconstrucción. Se espera que las ayudas adicionales lleguen pronto, pero la presión política y social sobre el Gobierno para actuar de manera eficaz y rápida es más intensa que nunca, en un contexto donde las divisiones políticas parecen profundizarse diariamente. ¿Será capaz el Gobierno de mantener la confianza del pueblo valenciano mientras enfrenta las críticas y los ataques de la oposición? La respuesta podría ser crucial para el futuro político de la región.