‘Malas calles’ es considerada una obra maestra del cine de Martin Scorsese y representa su tercera película de larga duración. Con este film, Scorsese logró deshacerse de la etiqueta de ‘director novel’ que le seguía tras su salida de la prestigiosa Escuela de Cine de Nueva York. La historia detrás de su realización es tan fascinante como la propia película; se dice que los productores inicialmente enviaron el guión a Francis Ford Coppola con la esperanza de que pudiera convencer a Al Pacino para el rol de Johnny. Sin embargo, Pacino, tras alcanzar la fama mundial con ‘El Padrino’, nunca respondió a la oferta.

Coppola, en cambio, se convirtió en un ferviente defensor del proyecto, apoyando a Scorsese tanto como productor como director. Scorsese trabajó en el guion junto a Mardik Martin y también narró la historia, añadiendo un toque personal que refleja su propia vida.

La trama sigue las vidas entrelazadas de cuatro jóvenes en Little Italy, con un enfoque particular en Charlie, interpretado por Harvey Keitel, y Johnny Boy, encarnado por Robert De Niro. Mientras Charlie trata de satisfacer sus deseos a través de su prima Teresa, quien sufre de epilepsia, también intenta ascender en la organización criminal a través de su tío Giovanni. A medida que la historia avanza, Johnny Boy, un personaje rebelde y autodestructivo, amenaza con arrastrar a Charlie hacia la tragedia, forzándolo a tomar una difícil decisión que podría determinar su destino.

‘Malas calles’ no solo se inspira en la vida de Scorsese –quien vivió en el Lower East Side de Nueva York, conocido como 'Little Italy' por su comunidad italiana–, sino que también ilustra la lucha de una segunda generación de inmigrantes italianos atrapados entre las tradiciones familiares y las presiones de la cultura estadounidense. Este contexto social hace que el filme resuene aún más con temas de identidad y pertenencia.

La película es conocida por su fuerte contenido violento y el uso de lenguaje explícito, destacando que la palabra ‘fuck’ y sus variantes aparecen más de cincuenta veces, un hecho notable para la época. En los años 80, la BBC se negó a transmitirla, sin embargo, su impacto y legado fueron reconocidos y en 1997, ‘Malas calles’ fue seleccionada para su conservación en el Registro Nacional de Cine de EE.UU. por la Biblioteca del Congreso. Esta obra de Scorsese no solo marcó un hito en la carrera del director, sino que también cimentó a De Niro y Keitel como íconos del cine, y nos recuerda el poder de la improvisación como una forma de arte en el séptimo arte.