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Los secretos detrás de la nueva RFEF: intrigas, despidos y una representación cuestionable

2024-12-30

Autor: María

"La Junta Directiva de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) se presenta como un nuevo amanecer, uniendo todos los sectores para el desarrollo del fútbol en España, y por primera vez, con un 50% de mujeres en su composición". Sin embargo, esta imagen de renovación llega cargada de controversias y decisiones que han dejado muy satisfechos a algunos y descontentos a otros.

El pasado jueves, la primera reunión del nuevo presidente Rafael Louzán no se llevó a cabo en la sede de la RFEF, sino en un local céntrico de Madrid, una elección que resulta curiosa en medio de intentos por distanciar la RFEF de los escándalos de corrupción que marcaron la era de Luis Rubiales. Louzán, cuyo historial está manchado por condenas por prevaricación, intenta proyectar una unidad que parece más un maquillaje que una realidad.

Un aspecto que no debe pasarse por alto es la composición de la nueva Junta Directiva. De los 19 presidentes regionales, 7 han quedado excluidos. Figuras como Salvador Gomar de Valencia y Pablo Lozano de Andalucía, quienes se mostraron como rivales en este nuevo escenario, se han visto fuera de las decisiones importantes, lo que plantea interrogantes sobre la verdadera unidad que se pregona.

Por el contrario, Louzán ha rodeado su mandato de leales, incluidas figuras como Manuel Torralba (Aragón) y Joan Soteras (Cataluña), lo que ha generado críticas sobre los criterios de selección y la falta de representatividad real dentro del organismo. La llamativa ausencia de Javier Lozano, presidente de la Liga Nacional de Fútbol Sala, también genera sospechas sobre la inclusión y representación dentro de la nueva estructura.

En el nombre de la paridad, Louzán ha dispuesto de 30 directivos, pero la necesidad de cumplir con la cuota femenina ha generado críticas sobre la calidad y el verdadero impacto de la diversidad. Algunas de las mujeres incluidas, como María José Rienda y Ruth García, cuentan con un buen historial, pero otros nombres han suscitado dudas sobre su verdadera experiencia en el ámbito del fútbol.

Este proceso de 'renovación' y 'floración' también pone de manifiesto un trasfondo de favoritismos y de ajustes de cuentas. El rol de Javier Tebas, presidente de LaLiga y ahora vicepresidente de la RFEF, destaca como una figura clave, tejiendo redes que parecen favorecer a unos sobre otros. Este movimiento ha sido visto como una estrategia para mantener el poder y controlar decisiones cruciales en el futuro, especialmente ante la inminente decisión del Tribunal Supremo sobre la inhabilitación de Louzán.

Finalmente, la inclusión de Beatriz Seijo, abogada vinculada a la revisión de los estatutos federativos, plantea preocupaciones sobre la ética y legalidad de las decisiones en el seno de la RFEF. La posibilidad de que Louzán se vea obligado a dimitir si la condena se mantiene, deja en el aire un futuro incierto para la institución y su capacidad de gobernar el fútbol en España. La pregunta resuena: ¿será esta nueva RFEF el verdadero cambio que el fútbol español necesita, o simplemente otra capa de pintura sobre un sistema roto?