La llegada del nuevo entrenador portugués Bruno Baltazar al Caen, en la Ligue 2, no ha logrado calmar los ánimos tras la reciente derrota del equipo 0-1 ante el Clermont, un rival directo en la lucha por la salvación. La afición está visiblemente frustrada, especialmente después de que el equipo continuara su mala racha de resultados, lo que ha llevado a un aumento de la tensión en el ambiente del club.

Esta situación se agrava por el hecho de que Kylian Mbappé, extremo del Real Madrid y reciente comprador del club francés, ha sido señalado como uno de los culpables de la crisis. La hinchada, ya molesta por la venta del club a Mbappé, ha expresado su descontento a través de grandes pancartas en el estadio. "Mbappé, el SMC no es tu juguete" y "Antes de querer brillar internacionalmente, respeta a las figuras locales", decían las protestas que resonaban en el ambiente.

El clima se volvió aún más tenso cuando el Clermont anotó el gol de la victoria en el minuto 89, lo que dejó al Caen todavía más rezagado en la tabla, con cinco puntos detrás de su competidor. Muchos aficionados no solo critican a Mbappé, sino que también defienden a Nicolas Seube, el exentrenador destituido, destacando su carácter y dedicación al club: "Nicolas Seube es una gran persona, es alguien que contará".

Esta situación pone de manifiesto la complicada relación entre los nuevos dirigidos de Mbappé y la hinchada, que teme que la llegada de figuras internacionales pueda desviar la atención de la esencia local del club. Con la presión aumentando y la incertidumbre en el aire, se preguntan si el Caen podrá revertir esta situación o si el ambiente de descontento solo seguirá creciendo.