Un reciente metanálisis que involucró a 1,400 pacientes ha arrojado resultados sorprendentes: la suplementación con probióticos de los géneros Lactobacillus y Bifidobacterium no solo ayuda a controlar la sintomatología del asma, sino que también podría cambiar la forma en que entendemos esta enfermedad.

Según el co-director del estudio, Mohan Manu, la combinación de Ligilactobacillus y Bifidobacterium fue efectiva al reducir las exacerbaciones del asma, aunque no tuvo un impacto notable en la duración de estas. Esto plantea la fascinante posibilidad de que los probióticos puedan ser un pilar en el manejo del asma bronquial para muchos pacientes.

Sin embargo, el estudio encontró que la suplementación no alteró los índices respiratorios clínicamente relevantes, como el volumen espirado en un segundo y la tasa máxima espiratoria, ni afectó la fracción de óxido nítrico exhalado, un importante biomarcador de inflamación en las vías respiratorias.

Lo positivo es que los probióticos demostraron tener un perfil de tolerabilidad excelente. Solo se registraron un caso leve de infección del tracto respiratorio superior y otro de náusea. Esto sugiere que, además de sus beneficios potenciales, los probióticos son seguros para su consumo.

Este estudio abre las puertas a nuevas investigaciones sobre los efectos de los probióticos no solo en el asma, sino también en otras enfermedades respiratorias. ¡Imagina un futuro donde los problemas de respiración se gestionen con la misma facilidad que los probióticos que ya consumes en yogures! Sin duda, es un tema que seguirá dando de qué hablar.