Introducción

El FC Barcelona sufrió una dolorosa derrota en San Sebastián, donde la actuación del VAR se volvió el centro de la controversia al anular un gol legítimo de Lewandowski. Los culés se encontraron ante una Real Sociedad mucho más fresca, habiendo jugado el jueves, lo que mostró una diferencia física notable. El entrenador Imanol Alguacil logró neutralizar a Casadó durante todo el encuentro, mientras que la ausencia de Lamine Yamal dejó al Barça sin esa chispa y desequilibrio que tanto necesita. Tras cuatro años consecutivos ganando en Anoeta, era complicado aspirar a un récord histórico de cinco victorias.

La falta de intensidad

Lo que Hansi Flick, el entrenador del Bayern Múnich, no puede perdonar es la falta de intensidad con la que el equipo entra a los partidos. La realidad es que en el Reale Arena los locales casi marcan antes de que se cumpliera el primer minuto, algo que podría haber cambiado el rumbo del encuentro. En esos primeros 45 minutos, Casadó realizó una intervención clave al lanzarse a los pies de Sucic, evitando lo que parecía un gol cantado. Aún más alarmante fue la segunda mitad, donde Iñaki Peña tuvo que hacer una espectacular parada apenas 20 segundos después del inicio, deteniendo una vaselina mal ejecutada por Becker que debió ser un gol seguro.

Mentalidad del Barça

La superioridad moral que siente el Barça, al pensar que por su historia y calidad individual no necesitan entrar en el partido con la misma intensidad que su rival, es un concepto que irrita profundamente a Flick y su cuerpo técnico. Este tipo de mentalidad, donde el equipo espera que el talento se imponga sin el esfuerzo correspondiente, podría costar caro en la competición europea. Es fundamental que el Barça ajuste esta mentalidad si quiere mantenerse en la lucha por los títulos. Pero, a pesar de la frustración, el entrenador alemán mantiene siempre la compostura, sabiendo que hay tiempo para corregir estos errores.