Los vecinos de Catarroja, afectados por la DANA, han encontrado una manera conmovedora de retomar la normalidad: disfrutando de una paella gigante.

Este domingo, cientos de personas hicieron cola en un parque del pueblo, donde pudieron degustar esta típica comida española, símbolo de unión y alegría. "En Valencia, la paella del domingo es sagrada", expresa Xavi, un habitante agradecido por esta iniciativa que trajo un poco de luz en medio de la devastación.

La idea de la paella gigante surgió de Xavier, un residente de Manises, quien decidió movilizar a sus amigos de la empresa Riquelme, expertos en la preparación de paellas masivas. Así, lograron ofrecer 3.000 raciones de paella elaboradas con 300 kilos de arroz, brindando no solo comida, sino un sentido de comunidad y esperanza a los afectados.

"A pesar del desastre, el poder tener paella en un domingo es algo magnífico, tanto para los vecinos como para los voluntarios", agrega Xavi. La respuesta de la comunidad ha sido abrumadora, mostrando cómo la unión puede enfrentar las adversidades.

Moncho, representante de la empresa Riquelme, viajó desde Alicante para ser parte de esta hermosa causa. Él comenta que en los primeros días después de la DANA, ayudar a la comunidad era complicado debido a los cortes de carretera y la falta de suministros esenciales como agua corriente. Sin embargo, ahora, se siente alentador poder contribuir a que los vecinos recuperen su antiguo modo de vida.

El evento no solo reunió a los habitantes de Catarroja, sino también a personas de localidades cercanas que se unieron en solidaridad. La paella gigante se ha convertido en un símbolo de resiliencia en tiempos difíciles, recordando a todos que juntos, pueden superar cualquier obstáculo. En medio de la tragedia, eventos como este son un recordatorio de que la comunidad sigue viva y fuerte.