Finanzas

Las luces y sombras de las salidas a Bolsa: ¿es el capital riesgo un buen aliado?

2024-10-09

Autor: José

Tras la reciente salida a Bolsa de la cadena de cosmética Puig, que rompió casi dos años de sequía en el mercado español, el fabricante de masas de panadería congeladas, Europastry, también pretendía seguir esa senda. Sin embargo, su intención de salir a Bolsa se ha cancelado por segunda vez en lo que va del año. La operación contemplaba la emisión de nuevos títulos por un valor de 210 millones de euros y la venta de acciones propias por otros 300 millones de euros, actualmente en manos del fondo MCH. "La incertidumbre del mercado, marcado por tensiones geopolíticas y expectativas sobre tipos de interés, ha influido en esta decisión", afirman fuentes cercanas a la empresa.

Este aspecto no es trivial, ya que la desconfianza de los inversores hacia las salidas a Bolsa promovidas por fondos de capital riesgo se ha evidenciado. En las últimas dos décadas, de las nueve grandes desinversiones realizadas solo Amadeus y la desaparecida Euskaltel han logrado obtener ganancias. Estas experiencias han dejado una marca y demuestran la falta de confianza que generan estas operaciones, donde la valoración inicial suele ser alta.

El panorama no es mucho más prometedor en el extranjero. Desde su debut en marzo de 2024, la compañía Douglas ha visto caer su valor en un 23,92% y Dr. Martens se encuentra en una situación aún más crítica, con una pérdida del 84,9% en tres años. Sin embargo, hay excepciones notables como Galderma, que, perteneciente al fondo EQT, ha logrado un impresionante aumento del 47,8% en sus primeros seis meses en el mercado. La situación de Amer Sports es un ejemplo de cómo la debilidad del mercado chino ha afectado las expectativas de los inversores.

Analistas como Javier Díaz Izquierdo, de Renta 4, subrayan que los grandes fondos crean una sensación de cautela. La valoración de los activos en estas circunstancias tiende a estar influenciada por la intención del fondo de maximizar su retorno. Cuando una familia se involucra en una salida a Bolsa, el enfoque no se limita a la rentabilidad a corto plazo; buscan aumentar su visibilidad y atraer a nuevas fuentes de financiamiento.

En contraste, el capital riesgo busca maximizar el beneficio inmediato para sus inversores, comprando en momentos de debilidad. En un ciclo típico, el capital riesgo se involucra en las empresas durante tres a siete años. Este período corto se traduce en la necesidad de obtener el máximo rendimiento, lo que puede dejar poco lugar para el crecimiento a largo plazo de las empresas.

La percepción general es que las operaciones lideradas por capital riesgo suelen ser vistas con recelo por los inversores que adoptan una estrategia de inversión a largo plazo, buscando compañías infravaloradas con alto potencial de crecimiento. Este enfoque value contrasta con la naturaleza de corto plazo de las inolvidables estrategias de los fondos de capital riesgo. La pregunta que queda en el aire es: ¿realmente es el capital riesgo un aliado efectivo en las salidas a Bolsa o se convierte en una sombra que amenaza el futuro de las empresas?