La ministra de Innovación, Ciencia y Tecnología, Diana Morant, se ha visto en el centro de la controversia al negarse a investigar varias denuncias relacionadas con presuntas irregularidades en la gestión del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). A pesar de los esfuerzos de la directora del Patronato y del secretario de Estado de Innovación por hacerle llegar estas preocupaciones, Morant decidió mantener su apoyo incondicional a la directora del CNIO, María Blasco, afirmando: «Con María en el CNIO todo está bien».

Esta decisión ha generado un aluvión de críticas tanto desde la oposición como dentro de la comunidad científica, que pide mayor transparencia y rendición de cuentas en el manejo de este prestigioso organismo. Las irregularidades van desde la gestión financiera hasta la asignación de recursos, y algunos expertos han señalado que si no se abordan, podrían afectar negativamente a la investigación oncológica en España.

En un contexto donde la responsabilidad en la administración pública es crucial, la falta de acción por parte de la ministra podría interpretarse como un intento de encubrir fallos de gestión. La firmeza con la que Morant defiende a Blasco ha sorprendido a muchos, sobre todo considerando que el CNIO juega un papel vital en la lucha contra el cáncer a nivel nacional e internacional.

Mientras la polémica continúa, la ministra Morant ha sido llamada a comparecer ante el Parlamento para esclarecer su postura y justificar la decisión de no investigar las denuncias. La presión ha aumentado y los ciudadanos esperan respuestas claras sobre el futuro del CNIO y su liderazgo.