Con el inicio del nuevo año, muchos ya se han dado cuenta de que el precio del café ha subido. Ya sea solo o con leche, en taza o en vaso, el costo ha aumentado notablemente. Según los expertos económicos, este aumento es solo el principio y se espera que el precio del café siga incrementándose en los próximos meses. En promedio, los españoles consumen alrededor de cuatro kilos de café al año, lo que significa que cualquier variación en el precio afectará considerablemente el presupuesto familiar.

Diversas circunstancias han contribuido a este aumento en el coste de la materia prima del café. Uno de los factores más preocupantes es el cambio climático, que ha impactado severamente la producción en Brasil y Vietnam, los dos principales proveedores mundiales. En Brasil, la producción ha caído un 23% y en Vietnam un 13%, cifras alarmantes considerando que ambos países representan más de la mitad de la oferta mundial de café. Además, un informe de la Organización Internacional del Café (ICO) señalaba que las existencias de las variedades más consumidas, 'robusta' y 'arábica', están disminuyendo en un 26% y un 4%, respectivamente.

A la sequía se suma una creciente demanda global. El café es, después del agua, la segunda bebida más consumida en el planeta, superando al té. La problemática geopolítica también exacerba la situación; la inseguridad marítima en el mar Rojo ha forzado a los barcos que transportan café desde Asia a Europa a tomar rutas más largas y costosas, lo que resulta en un aumento notable de los costos de logística.

Durante 2024, el precio del café ha aumentado casi un 7%, una cifra que supera cinco veces el índice de precios al consumo de los alimentos en general. Los economistas, como Gonzalo Bernardos, advierten de que esta tendencia no solo es preocupante, sino que podría convertirse en una preocupación habitual. En su artículo publicado en 'Crónica Global', Bernardos declara: «Lo que ustedes pagan hoy por una taza en un bar es más de lo que abonaron hace un año, pero bastante menos de lo que lo harán en el próximo futuro». Esta afirmación deja claro que la situación no mejorará en el corto plazo.

Con el cambio climático, guerras, y nuevas regulaciones impactando el mercado, los precios del café podrían seguir el camino ascendente del aceite de oliva, lo que obligará a los consumidores a adaptarse a estos nuevos costos en su rutina diaria. Así que, ¡prepárense para pagar más por su taza de café!