Cuatro y media de la tarde en Madrid. Un mensaje de voz sugiere posponer un poco la entrevista. Vincent Poirier, el pívot que ahora defiende la camiseta del Anadolu Efes, se disculpa por el retraso tras una larga cita médica. Aunque su vida se ha trasladado a Estambul, sus lazos con Madrid son fuertes, ya que su familia sigue allí.

Su salida del Real Madrid este verano no fue sencilla. Poirier, originario de Clamart, Francia, destacó que "no hay otro sitio como Madrid". A pesar de su gran rendimiento la pasada temporada, donde dejó huella, no logró el reconocimiento que esperaba. En el Real Madrid, su rol como pívot estaba limitado por la presencia de Edy Tavares. No obstante, Poirier mantiene su admiración por Tavares y se ríe al recordar sus días juntos. Aún sueña con regresar a la institución que le brindó tanto.

Durante esta entrevista, el jugador se mostró optimista y reflexionó sobre su trayectoria. El gran mate sobre LeBron James le abrió las puertas de la NBA y, a pesar de algunas dificultades, Poirier ha sabido sobreponerse y dejar atrás los rumores en redes sociales. "El pasado ya no importa, estoy enfocado en el presente", afirmó con seguridad. Ahora se siente más libre para expresar sus opiniones, usando Twitter como plataforma para interactuar con aficionados de diferentes ciudades.

"Cuando llegué a Madrid, me enamoré de la ciudad. Intento disfrutar de Estambul, pero Madrid siempre será mi primer amor", confesó. Este nuevo reto le excita; está deseoso de demostrar su talento en un equipo que busca la grandeza en la Euroliga.

Poirier compartió la emoción de competir en un ambiente tan competitivo como el de la Euroliga y comentó que el Anadolu Efes tiene aspiraciones de llegar a la Final Four. La presión es alta, pero él ve esto como una oportunidad para crecer. Manifiesta su respeto por el Real Madrid y reconoce las dificultades que enfrenta el equipo con las lesiones de jugadores clave, como Dzanan Musa.

Ante la oportunidad de medirse nuevamente al Real Madrid, Poirier anticipa un encuentro lleno de emociones. Reconoce que, a pesar de la competitividad, siempre guardará cariño por la afición que lo apoyó durante sus tres años en Madrid. "Me dieron amor y confianza, y quiero ofrecerles un buen espectáculo como rival", aseguró.

Por su parte, valoró las incorporaciones de nuevos jugadores en el equipo merengue y la continuidad de su esencia. La adaptación no es sencilla, pero confiaba en que el Madrid encontraría su ritmo. "Es un equipo peligroso y siempre será un fuerte contendiente para la Final Four", pronosticó.

Finalmente, Vincent cerró la conversación con una nota de optimismo acerca de su vida y carrera. No descarta un regreso al Real Madrid en el futuro si surge una oportunidad adecuada y reafirma su cariño por la ciudad. "Siempre será mi hogar entre los hogares", concluyó, dejando claro que, sin importar los retos, su corazón sigue vinculado a la historia blanca.