La demencia es una enfermedad devastadora que afecta la función cognitiva, incluyendo la memoria, el pensamiento y la capacidad de comprender el mundo que nos rodea. Si bien es más común entre los ancianos, no es exclusiva de ellos y puede aparecer en personas más jóvenes. Afortunadamente, investigadores de la Comisión Lancet han descubierto 14 factores de riesgo evitables que podrían reducir la probabilidad de desarrollar esta enfermedad. A continuación, te presentamos estos factores y algunos consejos prácticos para mitigarlos.

1. Educación

La educación es fundamental para desarrollar una reserva cognitiva. Aquellas personas con mayor nivel educativo suelen tener mejores oportunidades de estimulación cognitiva, lo que disminuye el riesgo de demencia. Aprovecha cada oportunidad de seguir aprendiendo, independientemente de tu edad.

2. Problemas auditivos

La pérdida auditiva se ha vinculado a un aumento del riesgo de demencia, llegando hasta un 16%. Es importante realizar chequeos auditivos regulares y considerar el uso de audífonos si es necesario.

3. Depresión

Existe una relación compleja entre la depresión y la demencia. Si sientes síntomas de depresión, busca apoyo profesional, ya que tratar estos problemas emocionales puede tener un impacto positivo en tu salud cognitiva.

4. Traumatismos craneales

Lesiones en la cabeza pueden aumentar el riesgo de enfermedades neurológicas. Practica deportes de contacto con precaución y utiliza protección adecuada para minimizar estos riesgos.

5. Tabaquismo

Fumar es uno de los factores de riesgo más poderosos; dejar de fumar puede tener un impacto significativo en la reducción de esta amenaza. Nunca es tarde para dejar este hábito dañino.

6. Problemas cardiovasculares

Mantener un corazón sano es crucial. Realizar ejercicio regular, comer saludablemente y controlar la presión arterial y el colesterol son vitales para la salud cognitiva.

7. Colesterol

Un alto nivel de colesterol en la mediana edad, especialmente, puede ser un indicador de riesgo. Haz revisiones regulares y adapta tu dieta para mantener niveles saludables.

8. Ejercicio físico

La actividad física no solo fortalece el cuerpo, sino también el cerebro. Se ha demostrado que el ejercicio regular mejora el flujo sanguíneo y promueve una mayor plasticidad cerebral.

9. Hipertensión

La presión arterial alta es un factor de riesgo conocido. La prevención y control de la hipertensión son esenciales para mantener la salud cognitiva a largo plazo.

10. Obesidad

La obesidad en la mediana edad se ha relacionado con un riesgo elevado de demencia. Intenta mantener un peso saludable a través de una alimentación balanceada y ejercicio regular.

11. Consumo excesivo de alcohol

Aunque el consumo moderado de alcohol puede tener algunos beneficios, el abuso puede elevar el riesgo de demencia. Limita tu ingesta de alcohol y opta por alternativas más saludables.

12. Aislamiento social

La soledad puede afectar gravemente la salud mental y cognitiva. Mantente conectado con amigos y familiares, y busca actividades sociales que te interesen.

13. Contaminación del aire

La exposición a altos niveles de contaminación puede afectar la salud cognitiva. Siempre que sea posible, intenta minimizar tu exposición a ambientes contaminados y busca espacios limpios.

14. Pérdida visual no tratada

La visión borrosa o no corregida puede aumentar el riesgo de demencia debido a su impacto negativo en la calidad de vida y la interacción social. Realiza chequeos oftalmológicos regulares y utiliza lentes correctivos si los necesitas.

Aprovecha esta información para cuidar tu salud cognitiva y la de tus seres queridos. Cada pequeño cambio en tu estilo de vida puede ser un paso hacia un futuro más saludable y libre de demencia. ¡No esperes más y actúa hoy!