La cuenta imposible: California enfrenta el desafío de financiar su reconstrucción tras los incendios devastadores
2025-01-12
Autor: José
Los incendios que arrasan la costa de Los Ángeles desde la semana pasada han dejado un saldo de destrucción sin precedentes, con pérdidas que superan los 50,000 millones de dólares, convirtiéndose en el desastre natural más costoso en la historia de Estados Unidos, según el Wall Street Journal.
El impacto de este desastre ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad del mercado de seguros en California. Miles de residentes ahora enfrentan un futuro incierto, dependiendo de un apoyo estatal y federal que es insuficiente, además de la ayuda caritativa y sus propios ahorros para reconstruir lo perdido.
State Farm anunció el año pasado que dejaría de renovar las pólizas de 30,000 residentes de California, afectando a más del 69% de los habitantes de Pacific Palisades, una de las zonas más golpeadas por los recientes incendios, según informes. Este tipo de episodios resalta un problema creciente en el estado, donde los seguros son difíciles de obtener debido a la alta frecuencia de desastres naturales.
El programa estatal de último recurso de California, conocido como Plan FAIR, contaba en septiembre con 451,000 pólizas residenciales, un 40% más que el año anterior. Sin embargo, este programa limita la cobertura de daños a 3 millones de dólares, mientras que el costo promedio de una casa en Pacific Palisades es de 3.4 millones de dólares, lo que deja a muchos propietarios en una situación precaria.
A pesar de que una portavoz del Plan FAIR asegura que pueden manejar todas las reclamaciones, su sostenibilidad a largo plazo está comprometida debido al aumento en la frecuencia de incendios en la región. La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) ofrece ayuda inmediata en desastres, incluidos refugios temporales y suministros básicos. Sin embargo, los recursos disponibles son escasos. El límite de FEMA para reparaciones de vivienda es de 43,600 dólares por familia, monto que apenas cubre lo esencial para la reconstrucción.
"Incluso si recibes la máxima asistencia para vivienda, eso no será suficiente para reconstruir una casa", explicó Madison Sloan, directora de proyectos de recuperación en Texas Appleseed, a The Wall Street Journal. Organizaciones como la Cruz Roja Estadounidense también están en la zona, brindando ayuda humanitaria, pero la demanda supera con creces la capacidad de respuesta.
El papel del gobierno federal podría verse ampliado para ir más allá de la asistencia de emergencia, pero esto depende del Congreso. Históricamente, ha tomado meses incluso años para que se aprueben fondos significativos para la recuperación. La asignación de recursos tras la supertormenta Sandy en 2012, por ejemplo, tardó tres meses, y la reconstrucción posterior a los incendios en Lahaina, Hawái, sigue en curso más de un año después del desastre de agosto de 2023.
Cuando las pólizas de seguros y la asistencia gubernamental no son suficientes, los propietarios se ven obligados a asumir el costo de las pérdidas. Un estudio post-incendio Marshall en Colorado reveló que el 36% de los inquilinos descubrieron que sus pólizas no cubrían ni tres cuartas partes del costo de reemplazo de sus viviendas.
En áreas como Altadena y Pacific Palisades, donde los precios de las propiedades han aumentado drásticamente en la última década, muchos propietarios pueden optar por vender sus terrenos, que siguen siendo valiosos. Este fenómeno ya se ha observado en otras catástrofes; en Nueva Jersey, después de la Sandy, terrenos devastados fueron adquiridos por compradores adinerados en busca de segundas residencias, cambiando la dinámica de las comunidades locales.
El futuro de estas comunidades depende de las decisiones de los propietarios y de políticas efectivas que logren brindar una recuperación integral. A medida que California enfrenta el desafío de financiar su reconstrucción, es fundamental que se tomen acciones coordinadas y se garantice un apoyo robusto para ayudar a los afectados a volver a levantar sus hogares y vidas.