Las reacciones de solidaridad hacia España tras la devastadora DANA han llegado de todas partes de Europa. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, no solo expresó su pesar, sino que enfatizó el sentimiento de unidad con el pueblo español: "Hoy nuestras banderas ondean a media asta en solidaridad con el pueblo español. Lloramos con vosotros. Juntos nos levantaremos". Esta poderosa declaración fue acompañada por una imagen de banderas europeas a media asta en la sede de la Comisión en Bruselas.

Por su parte, Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo, también mostró su consternación. Durante su visita a Madrid, donde participó en una conferencia organizada por el Banco de Santander, hizo un llamado a garantizar un "acceso más rápido" a los fondos de reconstrucción, destacando la importancia de una respuesta inmediata ante la tragedia.

Además, el Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, recordó que existe un mecanismo europeo de protección civil y un fondo de solidaridad que pueden ser activados para ayudar a España, aunque hasta el momento el país no ha solicitado formalmente esta asistencia. Bruselas está dispuesta a actuar y espera una solicitud para movilizar recursos necesarios, incluyendo el sistema de satélites Copérnico, que ofrece imágenes de alta calidad para ayudar en la planificación de los esfuerzos de recuperación.

La situación en España ha captado la atención internacional, y el creciente número de víctimas ha suscitado preocupación en las instituciones europeas. Esta tragedia podría encender un debate crucial sobre el cambio climático y la necesidad urgente de que Europa adopte medidas efectivas para prevenir desastres futuros.

Desde Francia, Emmanuel Macron expresó sus sinceras condolencias a las familias de las víctimas, mientras que el presidente ucraniano Volodímir Zelenski y los reyes de los Países Bajos también enviaron mensajes de apoyo. El Papa Francisco se sumó a las muestras de solidaridad, reafirmando su cercanía con las víctimas. Estas manifestaciones de aliento cruzan fronteras, evidenciando que la tragedia de España ha tocado los corazones de muchos, tanto en el ámbito político como en la sociedad civil a nivel mundial.