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Cuando Morata era del Real Madrid: "Después de los partidos iba a los bares con los ultras"

2024-11-05

Autor: Francisco

Minuto 92. Luka Modric se presenta con una calma impresionante en el córner derecho del Estadio Da Luz de Lisboa. Con un centro preciso, Sergio Ramos se eleva por encima de la defensa del Atlético de Madrid y le da un cabezazo imparable a Courtois. En ese instante, el madridismo celebra como nunca: ¡había cambiado la historia de la Champions League!

Poco después, pocos recuerdan que Álvaro Morata fue un actor clave en esa jugada. El delantero español, que en ese entonces formaba parte del Real Madrid, hizo el bloqueo a Diego Godín para permitir que Ramos disparara sin oposición.

Diez años después, Morata vuelve a encontrarse con el Real Madrid en la Champions, esta vez como delantero del Milan. Sabe que los silbidos no se harán esperar. "Espero que me piten y todo. Es algo normal", reconoció en una entrevista, aceptando las consecuencias de su trayectoria.

La figura de Morata ha sido objeto de controversias en el fútbol español. Se ha mostrado emocional en un deporte donde la dureza puede pesar mucho. Sus declaraciones le han creado un perfil errático, pues ha manifestado amor por varios clubes a lo largo de su carrera, generando dudas sobre sus verdaderos colores.

Empezó en el Real Madrid con el sueño de triunfar, pasó por la Juventus donde afirmó que quería estar, luego estuvo en el Chelsea donde imaginaba jugar de niño, y no se olvida de su amor por el Atlético, con el que inició su carrera. Además, no descarta retirarse en el Getafe.

Desde pequeño, Morata mostraba complicaciones con su identidad futbolística. Su familia menciona que era aficionado del Atlético, aunque su historia con el Madrid comenzó pronto. Atraído por los 'cromos' del Madrid, se decía fan de Raúl y Morientes, soñando con jugar en el Santiago Bernabéu.

Morata dejó la cantera del Atlético porque no tenía minutos y se unió al Getafe, donde destacó, lo que le llevó posteriormente a La Fábrica del Real Madrid. Allí se unió al Juvenil C, donde se forjó como futbolista junto a personajes como Sarabia y Lucas Vázquez. Su entrenador en esa etapa, Sergio Piña, recuerda a Morata como un líder carismático y un goleador excepcional.

Su ascenso fue meteórico. Debutó en el primer equipo del Madrid, liderado por José Mourinho, y alternando sus actuaciones con el Castilla. Algunos excompañeros de esa época destacan que Morata, tras los partidos, frecuentaba bares con los ultras, mostrando su pasión por el club. La euforia de la Champions de 2014 fue un sueño hecho realidad para él.

Sin embargo, su carrera tomó giros inesperados. Su paso por la Juventus fue memorable, especialmente por el famoso gol que le hizo al Real Madrid en la semifinal de la Champions. Morata expresó posteriormente que habría pagado cualquier cosa por haberlo hecho a otro equipo, reconociendo que le debía una tarde de gloria a su club de origen.