La reciente participación de Lalachus en el 'Grand Prix' ha desatado una ola de indignación por parte de la Conferencia Episcopal Española. Luis Argüello, presidente de la Conferencia y arzobispo de Valladolid, expresó su tristeza en su perfil de X (anteriormente Twitter), afirmando que 'con la coartada de la libertad de expresión y los excesos de las fiestas, TVE hace burla del símbolo del Corazón tan querido por todos los católicos'. Esto ha suscitado interrogantes sobre la consideración de la religión en medios de comunicación y entretenimiento.

En la transmisión en directo desde Puerta del Sol, Lalachus y David Broncano hicieron referencias a la famosa vaquilla del programa, pero lo que quedó grabado fue el uso de una imagen del Sagrado Corazón de Jesús, lo que provocó no solo el malestar de la Conferencia Episcopal, sino también de la asociación HazteOír, que prevé llevar a cabo acciones legales considerando que esto puede constituir un delito contra los sentimientos religiosos.

Javier Tebas, presidente de La Liga, se unió al debate subrayando la necesidad de respeto a las convicciones religiosas. Refiriéndose a la controversia, comentó: 'El 27 de julio pasado califiqué de inaceptable, irrespetuosa e infame una performance en la inauguración de los Juegos Olímpicos. Hoy califico de igual forma las Campanadas de RTVE por usar una imagen del Sagrado Corazón de Jesús. ¿Dónde queda el respeto a las creencias religiosas?'.

Por otro lado, el Gobierno ha manifestado su apoyo a Lalachus, anunciando una reforma al delito de ofensas religiosas planeada para 2025. A través de un mensaje en redes sociales, se comprometieron a garantizar la libertad de expresión y la creatividad, en respuesta a las críticas, utilizando el hashtag #Yoconlalachusybroncano.

La intención del Gobierno es alterar la actual redacción que establece sanciones para aquellos que ofendan los sentimientos de los miembros de una fe, indicando que el debate sobre la libertad de expresión versus el respeto a las creencias religiosas debe continuar. Este incidente ha puesto el tema en el centro de atención pública, generando discusiones acaloradas sobre la importancia del respeto a las creencias en la sociedad moderna. ¿Estamos listos para un debate serio sobre la libertad versus el respeto?