Ángela, una arquitecta de Valencia, ha explotado en su cuenta de TikTok (@angelagnu) denunciando la falta de uso de la información pública y los datos científicos ante fenómenos meteorológicos devastadores como la reciente DANA, que dejó al menos 95 fallecidos en la comunidad el pasado martes.

"Lo que ha ocurrido en Valencia es una tragedia, pero más alarmante me parece que con un visor de inundabilidad a disposición del público, no se haya utilizado para proteger a la población", expresa con firmeza.

La profesional menciona que utiliza esta herramienta en su labor diaria para garantizar que las nuevas construcciones no se sitúen en zonas propensas a inundaciones. "Al acceder, puedo ver claramente el riesgo de inundación, ya que el sistema muestra el recorrido histórico del agua y la frecuencia de inundaciones en la zona", indica.

En su análisis detallado, menciona el municipio de Utiel, resaltando los diferentes niveles de peligrosidad asignados: "El color verde indica un riesgo medio, señalando que probablemente se inunde una vez cada 100 años; el naranja indica un peligro mayor debido a la geomorfología del terreno, mientras que el amarillo señala un riesgo considerable".

Ésta es la parte en la que Ángela se cuestiona: "Con toda esta información disponible, ¿por qué no se utiliza? ¿Por qué la ciudadanía no la conoce? ¿Por qué no hay un plan efectivo ante inundaciones? Si existe, claramente no se ha ejecutado como debería. Estoy confundida, ya que contamos con esta valiosa información".

Además, critica la localización del centro comercial Bonaire, que quedó completamente inundado tras la DANA. "Se ha construido en una zona de inundabilidad de grado 2, donde el riesgo de inundación es altamente frecuente. ¿Realmente alguien puede pensar que eso tiene sentido?".

No se detiene ahí y añade que otras áreas como Quart de Poblet o Torrent están igualmente en riesgo grave, ubicándose en zonas de alta peligrosidad con frecuencias de inundaciones de 25 años. "Nos hemos visto totalmente sorprendidos y desprotegidos", concluye Ángela.

Es imperativo que las autoridades escuchen estas voces y tomen medidas inmediatas para salvaguardar a la población en futuras catástrofes naturales, antes de que sea demasiado tarde.