En un evento que ha marcado un hito en la industria espacial, el lanzamiento del cohete New Glenn de Blue Origin se realizó a las 8:03 de la mañana (hora peninsular española) y la misión NG-1 logró alcanzar la órbita terrestre baja en apenas 12 minutos. Este logro fue recibido con gran euforia en el centro de control de la compañía, ya que representa un avance significativo en su capacidad para competir en el saturado mercado de lanzamientos espaciales.

Uno de los momentos más críticos del lanzamiento fue la pérdida del propulsor principal, el cual estaba destinado a aterrizar en una embarcación en el Atlántico. Aunque no se logró este objetivo, el propósito principal de la misión, que era colocar exitosamente una cápsula en órbita, se cumplió. La cápsula de carga, conocida como Blue Ring Pathfinder, ha sido diseñada para operar en diversas órbitas y es un componente clave en los planes futuros de Blue Origin.

El New Glenn, que lleva el nombre del astronauta y pionero John Glenn, está equipado con siete motores BE-4 fabricados por Blue Origin, permitiéndole alcanzar velocidades de hasta 28,000 kilómetros por hora. Este potente cohete tiene la capacidad de transportar hasta 45 toneladas métricas a la órbita baja terrestre, consolidándose como un competidor formidable frente a los reconocidos cohetes Falcon 9 y Falcon Heavy de SpaceX.

El éxito de este lanzamiento es crucial para que Blue Origin obtenga las certificaciones necesarias para llevar a cabo misiones de seguridad nacional del gobierno de Estados Unidos, así como para transportar satélites y cargas pesadas de clientes privados. Además, la empresa tiene ambiciosos planes de utilizar el New Glenn para desplegar su propia constelación de satélites de telecomunicaciones Kuiper, que busca competir directamente con el servicio de internet de banda ancha Starlink de SpaceX.

La competencia entre Blue Origin y SpaceX se intensifica en un contexto donde SpaceX ha realizado ya 134 lanzamientos de sus cohetes Falcon en lo que va del 2024, desplegando cerca de 7,000 satélites Starlink. Además, ambas compañías han sido seleccionadas por la NASA para desarrollar módulos de aterrizaje de tripulación y carga para futuras misiones lunares bajo el programa Artemis, que busca llevar nuevamente a los astronautas a la Luna en la próxima década.

Con este lanzamiento, Jeff Bezos ha lanzado un desafío directo a Elon Musk en la carrera espacial, estableciendo las bases para un futuro emocionante y lleno de posibilidades en la exploración del espacio.