Salud

Javier y su lucha contra la demencia frontotemporal: "Perdí a mi mujer por los cambios en mi carácter que provoca la enfermedad"

2024-10-04

Olvidar citas médicas, no recordar nombres o no poder encontrar las palabras adecuadas. Estos fueron los primeros síntomas que alarmaron a Javier Sánchez, quien tenía 57 años en ese momento (ahora 62). "La gente me decía que no me preocupara, que era normal a mi edad", recuerda. Sin embargo, los olvidos se intensificaron. Después de 43 años como soldador en la misma empresa, Javier se encontró incapaz de realizar correctamente su trabajo. Tras cometer varios errores, decidió buscar ayuda profesional.

Su médico de cabecera le realizó un test y le comunicó que algo no estaba bien. Con el tiempo, Javier recibió el diagnóstico definitivo: demencia frontotemporal (DFT). Este tipo de demencia implica la degeneración de los lóbulos frontal y temporal del cerebro, afectando el comportamiento y el lenguaje, con un notable impacto en personas entre 45 y 64 años.

La noticia fue devastadora. Javier nunca imaginó que podría padecer una demencia. "Es difícil asimilar que estás viviendo eso. La incertidumbre sobre tu futuro es aterradora", confiesa. La noticia lo llevó a un estado de inactividad, pero pronto decidió que no quería rendirse.

Los cambios en su carácter fueron más marcados que los olvidos. A Javier le costó reconocer que su comportamiento se había alterado, algo que su pareja experimentó de cerca. "Creo que he perdido a mi mujer por los cambios en mi carácter que provoca la enfermedad", dice, subrayando el impacto de la DFT en su relación.

Para muchos, la demencia evoca la imagen de una persona en silla de ruedas que apenas reconoce a su familia. Javier, sin embargo, decidió luchar. Se unió a la Asociación de Familiares de Alzheimer y comenzó terapia ocupacional para trabajar en su mente. "Después de cinco años, he mejorado en memoria y en bienestar general. Me mantengo activo y socializo mucho, siguiendo los consejos de los médicos", asegura.

A pesar de que la enfermedad ha progresado lentamente, Javier ha notado cambios en su capacidad de concentración y memoria, lo que considera parte del proceso. A pesar de su diagnóstico, se mantiene optimista y activo.

Desde hace tres años, Javier también colabora con la Confederación Española de Alzheimer (CEAA), buscando ayudar a otros que enfrentan lo mismo. Su objetivo es que todas las personas diagnosticadas tengan acceso a la rehabilitación. "No todos tienen recursos para acceder a ella, y la Seguridad Social debería tomar medidas al respecto", reclama. Aunque actualmente no hay tratamiento específico para la demencia frontotemporal, Javier enfatiza la importancia de un diagnóstico temprano y un estilo de vida saludable para ralentizar la progresión de la enfermedad.

"Aceptar la enfermedad es crucial para avanzar", concluye. Su historia resuena como un recordatorio de la lucha diaria que enfrentan millones de personas con demencia en el mundo.