La crisis de natalidad en Japón está causando un gran revuelo, y recientemente alcanzó nuevos niveles de polémica tras las declaraciones de Naoki Hyakuta, un polémico novelista y cofundador del Partido Conservador japonés. Este tema ha despertado indignación no sólo en la sociedad, sino también en varios líderes políticos.

Durante un coloquio en YouTube, Hyakuta hizo comentarios extremadamente controvertidos, sugiriendo medidas drásticas como prohibir el matrimonio a mujeres solteras mayores de 25 años o, de manera "hipotética", incluso proponer la extirpación del útero a aquellas que tengan más de 30. Aunque intentó explicar que no eran propuestas serias, sino más bien "ideas de ciencia ficción", sus palabras resaltaron una vez más la presión que enfrentan las mujeres para ser madres. Esto desató una ola de criticas y reacciones muy fuertes.

Tras la controversia, Hyakuta se disculpó en el diario The Asahi, aceptando que sus afirmaciones fueron "extremadamente duras" y tratando de recalcar que su intención era llamar la atención sobre los graves problemas relacionados con la natalidad. No obstante, sus disculpas llegaron tarde, ya que su discurso había ofendido a muchos, incluidas figuras de renombre como Sumie Kawakami, profesora de la Universidad Yamanashi Gakuin, quien denunció que sus palabras sonaban a un llamado a la violencia contra las mujeres. El gobernador de Aichi, Hideaki Omura, también condenó sus comentarios, describiéndolos como "indescriptiblemente horribles".

Japón está en medio de una crisis demográfica alarmante, con una población que envejece y una tasa de natalidad que se desploma. A pesar de que se han implementado incentivos familiares y laborales para revertir esta tendencia, hasta ahora han tenido poco éxito. Las declaraciones de Hyakuta han reavivado un importante debate sobre el papel de la mujer en la sociedad y las medidas que deben adoptarse para abordar la crisis de natalidad.

El Partido Conservador, aunque es una agrupación joven, con sólo tres escaños en la Cámara de Representantes desde las últimas elecciones en octubre, se ha visto obligado a pedir disculpas públicas. Este incidente ha colocado a la nación en la mira internacional, obligando a repensar las opiniones retrógradas que aún persisten dentro del espectro político nipón.

Con el futuro de su población en juego, Japón necesita más que palabras: requiere de un cambio estructural en la política que fomente un entorno más inclusivo y equitativo para las mujeres que deseen formar una familia. La presión sobre Hyakuta podría ser solo la punta del iceberg de un movimiento más amplio para reformar la visión de género en Japón.