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¡Increíble! Un coche se adentra en la playa de Llanes: ¿Es esto realmente posible?

2024-09-20

Las peripecias con un GPS son comunes, pero lo que ocurrió hace unos días en Llanes sorprendió a los testigos, dejando muchas preguntas sobre la confiabilidad de estas aplicaciones. ¿Es posible confiar en un sistema que, en lugar de dirigirnos, parece guiarnos en un viaje marítimo?

Ana Fuente compartió esta extraña experiencia en su perfil de Facebook. Mientras disfrutaba de un día a la orilla de la playa La Huelga, observó a cuatro personas —dos hombres y dos mujeres— que, increíblemente, habían llevado su coche hasta la playa. "Me giré y vi un coche en medio de la arena! No podía creerlo", relata Ana. Al acercarse, le preguntó a los ocupantes si el vehículo era de ellos, a lo que respondieron afirmativamente. Una de las jóvenes inquirió si no se podía hacer eso, dejando a Ana aún más sorprendida.

La historia tomó un giro inesperado cuando se descubrió que el grupo se había guiado por su GPS, que les indicó rogue atraviesen el río San Cecilio, el cual desemboca directamente en la playa. En su búsqueda por llegar a Ribadesella, el sistema de navegación les llevó a tomar un camino que realmente no existía —al menos no para coches—.

Imagina lo que podría haber sucedido si hubieran decidido ir a Santander, bromea Ana, sugiriendo que podrían haber terminado pasando por debajo de una montaña. Las reacciones de otros usuarios en redes sociales abarcan desde la incredulidad hasta la risa, con comentarios que expresan frustración por la falta de sentido común que parece faltar en estos casos.

Esta anécdota ha reabierto el debate sobre cómo los viajeros interactúan con los destinos, especialmente en áreas protegidas como este hermoso rincón del Principado. Una de las usuarias comentó: "Me costó aceptar que eso era La Huelga, mi mente no podía procesar cómo llegaron allí".

Ana concluye con una reflexión contundente: "Cada día estoy más convencida que el sentido común se ha vuelto un lujo en nuestra era digital. Al igual que el GPS de este grupo, las normas de tránsito y de estacionamiento no parecen venir incluidas en el paquete básico de la ubicación”. ¡Una situación realmente flipante!, sentencia la usuaria.

Afortunadamente, la ocupación de las playas ha disminuido, pero hay que recordar que este tipo de actos no solo pueden poner en riesgo la seguridad de los involucrados, sino que también afectan la experiencia de otros visitantes. La pregunta persiste: ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar en nuestra búsqueda de aventuras?