El Athletic Club de Bilbao ha vuelto a hacer ruido en Europa, tras seis años de ausencia en competiciones europeas. El último encuentro disputado en el Estadio Olímpico de Roma dejó un sabor agridulce luego de que el equipo empatara 1-1 con el Roma, gracias a un gol tardío de Paredes. Sin embargo, el partido se vio manchado por la violencia ocasionada por ciertos ultras del club, conocidos como Herri Norte.

Poco después de que Paredes anotara su gol, miembros de Herri Norte lanzaron una bengala hacia la afición del Roma, provocando la indignación generalizada de los aficionados desplazados. Jugadores como Iñaki Williams y el capitán Óscar de Marcos se acercaron a sus seguidores para condenar tales actos, proclamando que no representaban los verdaderos valores del Athletic. Ander Herrera expresó su preocupación considerando la peligrosidad de estos actos, planteando preguntas escalofriantes acerca de las posibles consecuencias de lanzar fuegos artificiales en un entorno tan concurrido.

“Nos encanta el apoyo, pero no a costa de la seguridad de los demás. ¿Qué pasaría si un niño muere por esto?”, cuestionó Herrera, en un intento por disuadir a los que fomentan la violencia y poner en riesgo a otros.

Herri Norte Taldea, formado en 1982, ha estado asociado con actitudes extremistas y violentas a lo largo de su historia. Este grupo ha tenido conflictos internos, dividiéndose en facciones a lo largo de los años. Con una ideología anclada en el abertzalismo y la extrema izquierda, los ultras parecen más interesados en confrontaciones que en el apoyo pacífico a su club.

La UEFA y otras organizaciones han sancionado a los clubes cuyos aficionados encienden bengalas, y no es la primera vez que Herri Norte se encuentra bajo la lupa por sus acciones. Su lista de enfrentamientos con otros grupos ultras en España es extensa, incluyendo enfrentamientos con UltrasSur del Real Madrid y los hooligans del Spartak de Moscú, entre otros.

Un episodio notable ocurrió en 2018, cuando un conflicto con seguidores del Spartak resultó en una batalla campal que terminó con la muerte de un agente de la Ertzaintza, con un legado oscuro de violencia que persiste en su historia. Herri Norte ha sido señalado por tener elementos que no solo buscan animar al equipo, sino que también incluyen a personas que convierten el fútbol en una excusa para la violencia.

Aún más preocupante ha sido su apoyo a movimientos políticos radicales, como lo evidenció el incidente en octubre de 2022, donde mostraron banderas en apoyo a la invasión de Ucrania por parte de Rusia, un acto que fue rápidamente condenado y que detona un debate sobre la infiltración de ideologías extremas en la cultura del fútbol.

La violencia en el fútbol no solo sigue siendo un problema, sino que se está convirtiendo en un cáncer que afecta la esencia del deporte. La policía ha identificado a más de 15 grupos radicales en el fútbol español, incluyendo a Herri Norte, y continúan trabajando para desarticular estos movimientos que amenazan la convivencia en los estadios. Con la creciente tensión entre las aficiones y el aumento de incidentes violentos, el futuro del fútbol puede enfrentarse a un reto crítico si no se actúa con firmeza contra el radicalismo y la violencia en las gradas.