En el complejo deportivo de la Petxina en Valencia, el silencio de la noche fue interrumpido por los gritos de terror y desesperación de un grupo de personas que se refugiaron allí después de vivir una experiencia traumática. Alrededor de 50 evacuados todavía están asimilando la experiencia aterradora de quedar atrapados por un torrente de agua desbordante que pudo haberles costado la vida.

Paco, uno de los afectados, relata cómo logró sobrevivir de manera milagrosa. Con su ropa destrozada y moratones llenando sus brazos, dice: "La velocidad del agua era demencial. No pensé que pudiera ser así". Paco se dirigía a su hogar en Picassent cuando la tragedia lo golpeó. "Eran las 19:30 cuando decidí tomar un camino alternativo. Todo parecía tranquilo, pero pronto vi los coches dándose la vuelta, advirtiendo sobre el desbordamiento del barranco del Poyo", recuerda, con los ojos llenos de miedo.

La situación se tornó crítica rápidamente. "Cuando el agua llegó, era como una ola gigante. No tuvimos tiempo para nada. Intenté salir del coche, pero el agua me lanzó contra una valla. Sentí que me estaba llevando. Me agarré con fuerza, pero el miedo era abrumador. Todo lo que quería era sobrevivir", relata con angustia. En su momento más desesperado, un joven atrapado en un camión se convirtió en su salvador, ayudándolo a escapar de la tormenta. "Sin él, no estoy seguro de que hubiera podido salir", confiesa.

Otra de las evacuas, Carolina, vivió una experiencia igualmente aterradora. Su coche comenzó a llenarse de agua en la V-30. "Cuando llegaron los bomberos y la policía, nos dijeron que tuviéramos calma y que camináramos hasta un lugar seguro. Algunos de nosotros logramos escapar, pero no tengo idea de lo que pasó con otros", dice lamentándose.

Al mismo tiempo, la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, confirmó que las pedanías del sur de la ciudad, especialmente Castellar, Forn d'Alcedo y La Torre, sufrieron graves inundaciones. Cuatro víctimas fatales han sido reportadas, todas de la ciudad de Valencia.

Los esfuerzos de rescate han sido arduos. Alrededor de 280 personas han encontrado refugio en diversos lugares, incluida L'Alquería del Basket, que ha sido habilitada para atender a los evacuados. Sin embargo, la provisión de suministros ha sido un reto debido a que los almacenes de la Cruz Roja en Picanya estaban inundados. A pesar de la dificultad, empresas locales como el Gremio de Panaderos y Mercadona han ofrecido desayunos y ayuda humanitaria, mostrando la solidaridad de la comunidad.

La alcaldesa añadió que muchas de estas familias no podrán regresar a sus hogares en el corto plazo, lo que significa que necesitarán asistencia continua. La comunidad se une para brindar apoyo a los afectados, pero el camino hacia la recuperación será difícil.