Un asombroso descubrimiento ha dejado perplejos a los científicos en Utrecht, Países Bajos. En un canal de esta ciudad, se encontraron unas viscosas y anaranjadas cápsulas de huevos que, a simple vista, podrían confundirse con las de criaturas alienígenas. Sin embargo, la realidad es un poco menos intergaláctica.

Los expertos ya han identificado a estos extraños objetos como colonias de briozoos, pequeños animales hermafroditas que se agrupan para formar una vaina que da la apariencia de un enorme huevo de dinosaurio. Lo verdaderamente sorprendente es la ubicación de este hallazgo, ya que es la primera vez que se registran en esta área.

Anne Nijs, ecóloga del lugar, explicó a un medio neerlandés que “la gran bolsa se forma por la unión de varios animales. Cuando alcanzan cierto número, crean una colonia que puede llegar hasta 2 metros de diámetro y se adhiere a cualquier superficie.” En este caso particular, la bolsa fue descubierta por voluntarios adherida a una isla flotante en el canal. Nijs se aseguró de que “la cápsula se vuelve a colocar bajo el islote, ya que estos animalitos no representan una amenaza para el ecosistema.”

“Es un hecho histórico muy especial,” afirma Nijs, quien aclara que desde 1990 esta especie ha comenzado a aparecer en toda Europa Occidental, extendiéndose rápidamente. Este fenómeno, aunque inusual, no es perjudicial, lo que debería tranquilizar a los residentes que podrían estar preocupados por la presencia de estas cápsulas extrañas.

Además, los briozoos son un indicador de la salud del ecosistema acuático, ya que su presencia sugiere un ambiente natural relativamente limpio. Así que, en vez de ver estos hallazgos como una invasión alienígena, es posible que estemos siendo testigos de un sorprendente nuevo fenómeno natural en nuestras aguas.