La reciente movilización de los voluntarios en Valencia ha resonado más allá de los ríos Magro, Turia y Júcar. Desde el jueves, imágenes conmovedoras de miles de personas uniendo fuerzas, portando palas, bolsas y carritos, inundaron las redes sociales, junto a un mensaje poderoso: "Solo el pueblo salva al pueblo". Sin embargo, este lema, que originalmente simbolizaba el orgullo de una juventud activa y generosa, ha sido distorsionado por grupos de extrema derecha. Se ha vuelto en un grito de guerra para organizaciones como Núcleo Nacional, Falange y otros asociados con Vox, quienes lo utilizan para sus campañas de recolección de donaciones y asistencia.

Este lema, que anteriormente evocaba luchas socio-políticas en América Latina, ha sido apropiado por movimientos neonazis que buscan atacar el concepto del Estado de bienestar y promover su agenda reaccionaria. En un contexto ya de por sí complicado, la devastación provocada por la DANA (Dana de Aguas) ha creado un caldo de cultivo para la desinformación. Se han visto acusaciones absurdas desde culpar a las presas hasta teorías que implican a geoingenieros marroquíes como responsables de la tormenta.

Un tsunami de desinformación ha inundado las redes sociales, donde se difunden videos fuera de contexto que buscan sembrar el caos. A medida que crece el descontento por la falta de ayuda, se avivan viejos miedos y prejuicios, lo que podría conducir a un clima hostil y a un posible linchamiento. Estos mensajes de odio, particularmente dirigidos hacia comunidades migrantes, han entrado en nuestras pantallas a través de figuras como SrLiberal y Alvise Pérez, quienes manipulan la narrativa a su favor.

Por otro lado, figuras políticas y mediáticas han comenzado a esparcir el concepto de "Estado fallido", utilizando la tragedia como excusa para promover un recorte en los servicios públicos. La eurodiputada de Vox y otros han lanzado ataques contra la eficacia del Estado, deslegitimando la respuesta gubernamental. El clamor de algunos comentaristas ha llegado a la grotesca sugerencia de aplicar medidas extremas contra los que ellos creen que son responsables de la situación.

A medida que las redes se llenan de desinformación y odio, es crucial que la sociedad civil se una para contrarrestar estos mensajes de odio y recordar que, en tiempos de crisis, la solidaridad y la verdad deben prevalecer. ¡No permitamos que la desinformación y la manipulación se impongan sobre la realidad de aquellos que realmente están actuando en nombre de la comunidad!