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¡Increíble! Las baterías de vehículos eléctricos podrían durar más que tu coche

2024-09-22

Un reciente estudio ha revelado que la gran mayoría de las baterías de vehículos eléctricos (VE) superarán la vida útil de los propios vehículos.

Este hallazgo llega como un alivio para quienes temían que las baterías no pudieran sostenerse mucho tiempo. Un análisis de uso real de los VE muestra que la degradación de las baterías es significativamente menor de lo que se había previsto. Precisamente, se estima que la “gran mayoría de las baterías” podrían tener una duración superior a 20 años.

La empresa canadiense Geotab ha actualizado un análisis previo de 2019 sobre la degradación de estas baterías, añadiendo datos de más de 10,000 vehículos eléctricos. En su informe original, Geotab había indicado que las baterías se degradaban a un ritmo de 2.3% por año, una cifra ya considerada sorprendentemente buena. Sin embargo, los datos más recientes sugieren que esta tasa ha mejorado, con una degradación promedio de solo 1.8% anual.

Uno de los puntos más destacados del estudio es que, después de 12 años, una batería que se degrade al 1.8% todavía tendría más del 80% de su capacidad, lo que es superior a la vida útil habitual de un vehículo de flota. Esto es un indicador positivo para los futuros propietarios de vehículos eléctricos.

La degradación de las baterías: un proceso natural

Es importante entender que la degradación de las baterías es algo esperable, similar al funcionamiento de los teléfonos móviles. Por ejemplo, una batería de 60 kWh podría llegar a funcionar como si tuviese solo 54 kWh después de un tiempo, al caer su estado de salud (SoH) al 90%.

Sin embargo, Geotab destaca una característica única: la degradación de las baterías suele ser no lineal. Esto implica que luego de una rápida disminución al principio, la tasa de pérdida de capacidad tiende a estabilizarse por un tiempo antes de bajar más pronunciadamente hacia el final de su vida útil.

Factores que influyen en la degradación

El estudio también subraya que los hábitos de carga y conducción son determinantes clave en la longevidad de las baterías. Además, aunque el uso intensivo de los vehículos eléctricos no generó una degradación significativamente mayor comparado con otros vehículos, sí se observó que condiciones climáticas cálidas y el uso frecuente de carga rápida están correlacionados con una mayor degradación.

Es aconsejable que los conductores limiten el uso de cargadores rápido de corriente continua (DCFC), ya que estas prácticas pueden aumentar la temperatura y provocar un desgaste considerable en las baterías. También se recomendó evitar que las baterías permanezcan cargadas al 100% o completamente descargadas durante períodos prolongados. Namás, se sugiere mantener el nivel de carga entre un 20% y un 80%.

Conclusiones: un futuro prometedor

Basándose en estos análisis, es evidente que con la implementación de buenas prácticas de carga y mantenimiento, los vehículos eléctricos no solo se posicionan como una opción sustentable, sino que también prometen ser una inversión a largo plazo con baterías capaces de ofrecer un rendimiento superior a lo esperado. Con cada avance, el futuro de la electromovilidad brilla más.